Día uno del nuevo Gobierno

29/06/2011 - 00:00 Redacción

 
Tras días de anuncios y juramentos de cargos, ayer llegaba el momento del verdadero traspaso de poderes en el Gobierno regional. Cospedal y su nuevo equipo (los siete, como ya se los conoce) celebraban su primer consejo de Gobierno. Antes, uno a uno iban recibiendo las carteras de manos de los consejeros salientes. Muchos retos por delante para cada uno de los nuevos miembros el Ejecutivo castellano-manchego pero un mensaje único: hay que arremangarse y ponerse a trabajar. Al menos esa es la sensación que transmitían en el momento de asumir sus competencias. El nuevo consejero de Hacienda, Diego Valle insistía en que lo primero que haría antes de tomar decisiones sería analizar la situación real de las cuentas públicas de Castilla-La Mancha; el consejero de Presidencia y Administraciones Públicas, Jesús Labrador recalcaba la necesidad de ser austeros y reducir el personal eventual, porque hay que “adaptarse” y volcar todos los esfuerzos “en beneficio de la sociedad”; el consejero de Educación, Cultura y Deporte, Marcial Marín apuntaba como prioridad la lucha contra el fracaso escolar y apostaba por una cultura de calidad y unos deportes a la vanguardia; la titular de Fomento, Marta García adelantaba que los criterios por los que se regirá “están asentados sobre un compromiso irrenunciable de sanear las cuentas y controlar el gasto público”; la de Agricultura, María Luisa Soriano anunciaba que potenciará la agricultura y la ganadería; su homólogo de Sanidad y Asuntos Sociales, José Ignacio Echániz apostaba por “impulsar” la Consejería “produciendo algunos cambios que puedan mejorarla” y el de Empleo y portavoz del Gobierno, Leandro Esteban reconocía que al ser el principal motivo de preocupación de los castellano-manchegos el desempleo, debe ser éste “el principal motivo de acción del nuevo Gobierno”. Siete líneas básicas que se enmarcan en el ideario de Mª Dolores de Cospedal de comenzar a trabajar para salir de la crisis.