Difícil equilibrio

30/01/2011 - 00:00 Redacción

La ganadería de la provincia no vive sus mejores momentos. A los elevados precios de los piensos se suma la disminución de la rentabilidad de las cabañas. Sin embargo, los ganaderos provinciales se enfrentan a otros enemigos. Los ataques de lobos o de buitres se añaden a sus ya múltiples problemas. Durante 2010 se registraron 19 ataques de estas aves carroñeras a ganado, cifra que alcanza los 32 en el caso de los carnívoros en el mismo periodo. El año anterior fue ligeramente más prolífico para los buitres, quienes realizaron 21 ataques, mientras que de los lobos fueron registrados 29, tres menos que el curso pasado. Quizá el número no sea elevadísimo pero los daños ponen en riesgo la supervivencia de algunos de los negocios familiares afectados y sacan, de nuevo, a la palestra el enfrentamiento sobre el mantenimiento de estos animales. El lobo es una especie que a lo largo de la historia ha sufrido un tremendo acoso por parte del hombre, habiendo desaparecido de buena parte de sus dominios históricos, en especial de Europa. Es por ello, que se reconozca la necesidad de su conservación ya que además los trabajos científicos modernos demuestran el papel y la relevancia sin par que los depredadores tienen para la supervivencia a largo plazo de la biodiversidad de los ecosistemas que ocupan. Algo parecido pasa con el buitre, recogido en el Catálogo de Especies Amenazadas de Castilla-La Mancha, como de interés especial. Pero conseguir el equilibrio entre la pervivencia de lobos y buitres con una ganadería tocada, se convierte en una tarea difícil. Las subvenciones se antojan escasas. Las indemnizaciones establecidas por la Administración regional, según datos facilitados por la APAG, ascienden a 125 euros en caso de ovino y caprino si el animal posee actitud láctea y 95 si ésta es cárnica. Para los corderos con edad comprendida entre los 15 y 90 días la cuantía asciende a 60 euros. Con más de tres años la Junta pagaría 180 euros. En el caso del ganado vacuno las ayudas llegan hasta los 840 euros cuando el animal tiene entre dos y cinco años; desde esta edad y hasta los 10 años la cuantía asciende a 690 euros; de un año a dos se paga a 645 euros; de tres a doce meses, 465 euros y hasta tres meses 240 euros. Cantidades, todas, insuficientes para los afectados. Quizá no es el momento más oportuno para encontrar una solución pero tampoco lo es para enzarzarse en subvenciones, ponzoñas y escopetas..