Difícil estreno de Trinidad Jiménez en la UE

Descalabro total, dice El Mundo, sigue siendo la frase que mejor define el batacazo que le esperaría al PSOE en unas elecciones generales si los españoles fueran mañana a las urnas. Hasta 12,6 puntos le sacaría el Partido Popular, lo que supone casi dos puntos más que la mayoría absoluta que en su día consiguió Aznar. El PSOE se quedaría en el 33,8 frete al 46,4 por 100 del PP. El Mundo señala que los datos de esta encuesta suponen ampliar la gran ventaja, de 10,5 puntos, que ya constataba la anterior encuesta del mismo diario realizada la pasada primavera. Es decir, como se destaca en los resultados de la encuesta: Rajoy superaría la mejor marca conseguida por Aznar, y consiguientemente, cabe deducir, se habrá quitado los complejos que siempre padeció por esta causa. El sondeo se ha elaborado los días 20 y 21 de octubre, y otorgan al PP 6,5 puntos más que los que consiguió en las elecciones g4nerales de marzo de 2008. Pero sucede que, a su vez, y sobre esos mismos resultados de hace dos años y medio, el PSOE descendería nada menos que 10,1 puntos, desde el 43,9 por 100 al 33,8 por 100. Otros datos curiosos de la encuesta: el hundimiento del PSOE trae consigo la remontada de IU, Izquierda Unida. Sube 2,3 puntos sobre los resultados que obtuvo en las elecciones de 2008. Una pequeña parte de los diez puntos que pierde el PSOE. Los más identificados con el centro se pasan al PP y a UPyD, el partido de Rosa Díez., que pasaría del 1,2 por 100 de los votos al 1,9 por 100. En cambio, se produce estabilidad en los nacionalismos del PNV y CiU, con subidas de apenas una y tres décimas, respectivamente. Y en otra formación, ERC, se produce un saldo negativo, con pérdida de dos décimas, desde el 1,2 al 1 por 100 de los votos. ¿Qué cabe decir de estos resultados? Primero y principalmente, que una remodelación d el Gobierno no trae consigo, como parece lógico, un cambio en las preferencias de los votantes. Por lo menos, no de manera automática. El Gobierno, y la Posición, cosechan en las encuestas lo que va de legislatura, sobre todo, sus actuaciones y decisiones. Es muy difícil que una declaración de intenciones, como puede entenderse una remodelación del Gobierno, pueda tener la interpretación automática de un ascenso en intención de votos. O dicho de otra manera, si éste de ahora es mejor gobierno que el anterior, como parecían reconocer Cospedal y Arenas, ahora deberán demostrarlo esos nuevos o renovados dirigentes. Pudiera suceder que, en efecto, mejoren la nota, pero también que siguieran empeorándola porque no se produce una mejoría como la que algunos analistas y análisis vislumbran y anuncian. De ahí las prisas de Zapatero por hacer visibles los cambios que trata de conseguir con sus novedades. Sabe que en año y medio no resultará sencillo cambiar una "fotografía" que se ha ido deteriorando en los dos años y medio transcurridos. Eso sí, al menos lo intenta... . . Imprimir.