Doble efecto del cambio climático en Guadalajara

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Ortiga
Al ya de por sí desapacible clima de Guadalajara cuando llega el invierno o el otoño, propio de la zona de la meseta central en la que se encuentra, con fenómenos extremos de calor y frío, se suma el cambio climático. Una transformación que ya está afectando en su vida cotidiana a sus vecinos: para bien y para mal.
A todos gusta estas temperaturas agradables de otoño, más veraniegas que otra cosa, pero no tanto a los agricultores, que ven cómo sus cultivos no salen adelante por la falta de lluvias. Sin embargo, a nadie extrañaría que pasado mañana llegara una ola de frío que situara los termómetros de Guadalajara a 10 grados bajo cero, con nieve abundante y hielo. Ya sucedió el pasado 9 de enero, o cuando, de repente, hace pocas semanas, los termómetros cayeron seis grados en Molina de Aragón y se pusieron a cuatro grados bajo cero de un día para otro. Para reducir al máximo el impacto negativo que, sobre la población, pueden tener estos fenómenos extremos, y a la espera de que las naciones más contaminantes y las más poderosas se pongan de acuerdo para reducir la emisión de gases con efecto invernadero, permanece siempre activado el Plan regional Ante el Riesgo por Fenómenos Meteorológicos Adversos.