Draghi: Don Tancredo de Europa

24/07/2012 - 18:47 Redaccion

Cuando habla este señor, don Mario Draghi, presidente del BCE, sube el pan. O sea, las bolsas se desploman y la prima de riesgo hierve. Porque cuando lo hace al fin es para descalificar, para negarse a hacer nada, para desvirtuar cualquier medida que se haya tomado. Su norma es la inmovilidad, la inanición y el desapego a los problemas de sus súbditos, porque tal parecemos, que lo sufrimos. Solo parece romper sus silencios cuando algo parece poderse ir enderezando, cuando algún gobierno, en particular el de España, afronta dolorosas medidas que le reportan la ira social pero que se consideran imprescindible. Entonces don Draghi dice una palabritas y descabella cualquier respiro de alivio. Es nuestra cruz y su costumbre.

El BCE, desde su pedestal y tras captar las soberanías, es quien manda en la moneda común dado que los paises del euro ya no tienen capacidad ni de emitir, ni de actuar sobre ella, ha decidido que lo suyo es cruzarse de brazos y dejar a los especuladores que campen a sus anchas sin que mueva una pestaña, sin que ofrezca un burladero y muchos menos plantarles cara o responder a sus ataques. Es don Tancredo, inmóvil, estático, mientras el morlaco se ceba con todos los que circulan por el redondel sin un mal capote con el que aliviarse la embestida.

Lo que está sucediendo estos días y lleva meses sucediendo es la muestra más fehaciente de la indefensión de España y en no mucha menor medida de Italia (Portugal y Grecia ya están en el desolladero) antes los ataques de los mercados. España tiene gravísimos problemas, nadie lo pone en duda. Pero sus esfuerzos por cumplir, por salir de la sima, gravosos y cada vez mas insoportables para sus ciudadanos, lejos de encontrar el apoyo necesario en quien tiene la obligación de darlo, lo que encuentran es lo contrario. Lejos de servir de parapeto, lo que hace es abrir las puertas de par en par al enemigo y decirles que puede arrasar con lo que les convengan, que el, no va a hacer nada de nada. Que tienen barra libre, vamos.

La UE ha dado pasos importantes y nuestro país lo ha dado también en la senda marcada. Se dieron, e importantes, en la cumbre de Roma, se dieron con el rescate a la banca podrida. Pero la respuesta de don Tancredo es siempre la misma. No hacer nada. Y ello es terrible. Porque es el único ahora que puede hacer algo, que tiene capacidad y poder para hacerlo. Pero simplemente no lo hace. Porque no le da la real gana. Ni a el ni a quienes de verdad le manda, que son los mimos que claman que es “independiente”, los que buscan el romper Europa en dos tramos, ellos los de primera y nosotros y el sur, de segunda. Con la paradoja de que seamos nosotros quienes les financiemos a ellos.

Cierto, y ese es el problema original, que se ha producido un inmenso agujero y un extraordinario despilfarro. Pero cuando precisamente se quieren tapar esos boquetes y embridar esos gastos, es cuando se necesita que quien debe sostenerte te sostenga. Y no te deje caer como esta haciendo el BCE, como está provocando incluso el BCE, como está haciendo Don Tancredo Draghi.

Puede que tal vez, y como paso en Roma con su jefa Merkel, haya que coaligarse para bajarle los humos y de paso incluso bajarlo a pescozones de su trono, de exigirle cuentas o si, como parece, lo que se pretende es dejarnos de subalternos o hasta de mulillas en la plaza, empezar a pensar en torear en otra donde al menos tengamos una barrera, un capote y hasta una espada con la que lidiar lo que tenemos encima.