Duro golpe a la mafia rusa
01/10/2010 - 09:45
Por:
Editorial
Ayer, se asestaba un duro golpe a la mafia rusa. La operación Java, que continuaba abierta a la hora de cierre de este diario, dirigida por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska, suponía la detención de más de medio centenar de personas en lugares tan dispares como Barcelona, la Comunidad Valenciana, el País Vasco y Guadalajara.
Tristemente nuestra provincia volvía a saltar a la actualidad nacional. Las personas arrestadas, la mayoría de origen georgiano, que desarrollaban negocios aparentemente legales, están acusadas de diversos delitos como asociación ilícita, blanqueo de capitales, coacciones, extorsiones, tráfico de drogas y tenencia de armas. A pesar de lo llamativo de la operación, lo cierto es que nuestro país es el elegido por muchas mafias para operar o como refugio de sus miembros. Según la última memoria de Europol sobre el crimen organizado, la mayoría de las 4.000 mafias detectadas en Europa mantienen vínculos en España. El motivo principal es que nuestro país es el portón de entrada de la droga en el continente. Pero hay más. La eliminación de fronteras, buenas condiciones meteorológicas, calidad de vida por encima de la media europea, tranquilidad, posibilidades de inversión, poder pasar desapercibidos entre la gran cantidad de turistas extranjeros y la llegada de inmigrantes han provocado un efecto llamada al que ha sabido responder también la delincuencia organizada. De las 542 mafias detectadas en España, más de una cuarta parte están establecidas en Madrid, donde también tienen su base de operaciones un 70 por ciento de estas redes. De ahí, que no llame la atención que alguno de sus miembros se refugien en Guadalajara, una ciudad más tranquila y que, gracias al desarrollo poblacional de los últimos años, permite mantener el anonimato. Sin duda la noticia no deja de ser llamativa, aunque la realidad es que muy pocos podían sospechar que vivían en el entorno de un mafioso. Tan sólo los cuerpos de Seguridad del Estado mantenían la vigilancia sobre este individuo que ya ha sido detenido.