Edad de jubilación a los 65 años
El mandato del vicepresidente Rubalcaba no dejaba lugar a dudas, y en sus primeros "mandatos" o instrucciones a sus colaboradores del Gobierno ha hecho referencia a la necesidad de alcanzar el consenso entre los partidos para reformar el sistema de pensiones, y su exigencia a empresarios y trabajadores para que se sienten a negociar y consensuar la negociación colectiva. La reforma de la negociación colectiva es la prioridad, para el vicepresidente primero. Y en esa línea de compromiso "con urgencia", el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, aseguró este lunes que mantendrá los primeros contactos con las organizaciones sindicales y los empresarios a la vuelta de la fiesta de Todos los Santos. Gómez hizo esta declaración de intenciones en la toma de posesión de Beatriz Corredor como secretaria de Estado de Vivienda. Una de las dos ex ministras -la otra es Bibiana Aído- que "descienden" de condición: de ministras a Secretarias de Estado, eso sí, con mejor sueldo ahora que antes...
El anuncio de Gómez llegaba horas después de que el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, haya dicho que al Gobierno no le va a faltar voluntad para llegar a acuerdos en asuntos de gran importancia relacionados con el diálogo social. Gómez dijo que el próximo viernes, en el Consejo de Ministros, se nombrará al Secretario de Estado de Empleo. Y entre los temas que previsiblemente tratará con los interlocutores sociales, destacarán la reforma laboral en vigor, la próxima reforma de pensiones, para la que el Gobierno quiere tener un proyecto de ley antes de que acabe el año y la negociación colectiva. Preguntado si los empresarios son reticentes a tocar la negociación colectiva para que así tenga que legislar el Gobierno, Gómez dijo que es "muy importante" que, tanto ellos como los sindicatos, "mantengan el pulso de la negociación".
Al respecto, Gómez recordó que, "durante mucho tiempo", el Gobierno ha mantenido que la negociación colectiva es competencia de los agentes sociales, pero precisó que, ahora, el Ejecutivo tiene un mandato para que, si ellos no llegasen a un acuerdo, legisle en la materia a partir de marzo de 2011. Si los empresarios y los sindicatos no llegan a un consenso, el Gobierno está "obligado a cumplir la ley, que plantea que en marzo habrá un nuevo proyecto de ley de negociación colectiva", advirtió Gómez. Sobre la reforma de las pensiones, que está debatiendo la Comisión Parlamentaria del Pacto de Toledo, el titular de Trabajo indicó que, una vez que esta concluya sus trabajos, el Gobierno abrirá una negociación con los agentes sociales sobre las propuestas que haya hecho el Congreso de los Diputados.
Sin embargo, como señala un análisis de Veinte Minutos, ni el Gobierno ni el partido que lo sustenta, el PSOE, quieren que la reforma de las pensiones les abra una nueva brecha con la izquierda laboral, con los sindicatos, tras el precipicio que abrió la reforma del mercado de trabajo. Zapatero confía en que la paz con su izquierda le llevará a recuperar sus apoyos electorales, e intentará que haya paz, y no guerra, en la reforma de las pensiones; que haya diálogo y acuerdo. El nuevo ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, ha explicado a El País que "Las reformas tienen que ser consensuadas, en lo político y en lo social. El Gobierno ha dicho algo importante: necesitamos seguir desplazando la edad real de jubilación, que en España supera los 63 años. Y ha planteado que la mejor forma de hacerlo es elevar la edad legal. Vivimos más y vamos a tener que percibir pensión mucho más tiempo. Y cada vez somos menos para trabajar porque tenemos menor fecundidad. Pero es una propuesta abierta". Tan abierta, que los socialistas buscan fórmulas de reforma mucho menos duras que las que se avanzaron en primavera, cuando lo que planteó el Gobierno fue aumentar la edad legal de jubilación de 65 a 67 años y subir de 15 a 20 años el periodo de cómputo para calcular la pensión.
¿A qué conclusiones está llegando el gobierno? Primero, que la edad legal de jubilación seguirá, muy probablemente, en los 65 años. Esta será una de las primeras bazas que el ministro Gómez tendrá preparada cuando se reúna con los sindicatos y la patronal. La fórmula la viene estudiando el Grupo Parlamentario Socialista, que ya trabajaba en ella antes del cambio de Gobierno. Edad legal en 65 años, pero con mecanismos que hagan aumentar la edad real media de jubilación. Por ejemplo, todo trabajador podrá jubilarse, si quiere, a los 65, pero podrá también seguir trabajando, si quiere, hasta los 67. ¿Y por qué habría de querer? Para completar su pensión, para jubilarse con más dinero, porque se reformaría también el cálculo del importe de la pensión del modo siguiente: quien se jubilara con 34 años cotizados, sólo tendría derecho al 80 por ciento de su pensión. Quien lo hiciera con 36 años cotizados, con el 90 por ciento. Y para recibir el 100 por ciento de la pensión habría que jubilarse con 38 años cotizados. Con esta fórmula, para jubilarse a los 65 años y con el 100 por ciento de la pensión, habría que haber comenzado a trabajar y a cotizar a los 27 años, edad en la que hoy día muchísimos jóvenes no han encontrado aún su primer empleo. La perspectiva a medio plazo, concluye Veinte Minutos, es que esa primera incorporación al mercado laboral se retrase cada día más, por lo que, a la larga, se conseguiría una jubilación más tardía sin necesidad de tocar los (para los sindicatos) sacrosantos 65 años de edad legal de retiro. La imaginación, la creatividad, lo mismo con fórmulas alternativas..., al poder.
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