Educar desde el principio
01/10/2010 - 09:45
Editorial
En muchas plazas de la provincia, en multitud de actos se escuchó ayer la importancia de la educación en valores, de la concienciación desde la infancia y de la transmisión de hábitos sociales saludables en los años escolares para luchar contra la violencia de género. La prevención es, una vez más, la mejor arma para luchar contra algunas de las lacras que acechan a nuestra sociedad, entre las más sangrientas la violencia de género.
También los accidentes de tráfico, principal causa de muerte en nuestro país en determinados tramos de edad necesitan ser combativos con una labor previa de educación vial. Ayer más de 70 niños se acercaban a las nuevas instalaciones de Policía Local en Guadalajara para sembrar la semilla de los buenos conductores y los buenos peatones, y por extensión de los ciudadanos cívicos que cuando crezcan fomentarán una buena convivencia. Si esta labor de prevención diera todos los resultados que se esperan, tal vez no sería necesario después aprobar ordenanzas sancionadoras y represivas como la que actualmente rige la convivencia en la capital. A veces pequeños gestos, como los que ayer aproximaron a niños de 3 a 10 años a la labor de los policías locales resultan vitales en la construcción de su conciencia y de su manera de entender la vida en sociedad. Durante los próximos meses serán otros muchos los escolares que pasen por las instalaciones y descubran cómo les pueden ayudar los agentes y cómo pueden ayudar ellos a los agentes evitando conductas viales poco recomendables. Si la visita de ayer sirve para que dentro de unos años algunos chavales recuerden las palabras que pronunció un agente y apliquen la prudencia al volante o al cruzar por un paso de peatones, la tarea preventiva habrá funcionado. Ojalá que también ocurra algo similar con la violencia de género, una lacra que bien pudiera quedar erradicada con las nuevas generaciones. Unas generaciones a las que hoy se enseñan las reglas de la convivencia pacífica entre géneros, iguales en derechos, y diferentes en su concepción de la vida.