Eguiguren

11/11/2010 - 00:00 Charo Zarzalejos

Hoy viernes, el presidente del PSE Jesús Eguiguren estará en la Audiencia Nacional como testigo. Le llama la defensa de Otegi y el tribunal ha aceptado la petición. Hay que esperar y saber cual va a ser su declaración, pero por este hecho así como por sus declaraciones sobre el fin próximo de ETA y sus relaciones con Josu Ternera han levantado las iras de mucho y las suspicacias de algunos más. En su partido, el PSOE y desde luego en el Gobierno vasco no han sido recibidas con euforia. Todo lo contrario, más cuando llueve sobre mojado porque han sido otras declaraciones, las de Felipe González, las que han llenado de incomodidad al conjunto de los socialistas, incluidos aquellos que declaran querer al expresidente. Hoy la noticia es Jesús Eguiguren. Socialista de toda la vida y toda su vida dedicado a la política, nada menos, que en el País Vasco. Perseguido y amenazado por ETA y uno de los máximos hacedores y defensores del pacto de su partido con el PP de Basagoiti, se encuentra en el centro del huracán mediático por unas declaraciones que no son apoyadas ni corroboradas por su partido y a las que muchos se han agarrado para establecer teorías y, sobre todo, supuestas complicidades de Eguiguren con Ternera y demás sujetos parecidos. El lehendakari ha salido en su defensa. En la defensa del honor y buen nombre de Eguiguren, pero en ningún caso Patxi López ha dicho que estaba de acuerdo con él. Cree el lehendakari que su compañero está sufriendo un "linchamiento", palabra gruesa donde las haya. Es verdad que ha habido reacciones que han superado la raya de lo razonable, pero también lo es que los propios socialistas tienen que asumir que hay declaraciones, actitudes, gestos que sólo llevan a la confusión, a introducir desasosiego y que ayudan a alimentar sospechas y desconfianzas. El popular Basagoiti ha dicho, inteligentemente, que "son más importantes los hechos que las palabras" y los hechos son, por ejemplo, que PSE y PP ayer mismo renovaron su pacto en el País Vasco y que hace dos días, también socialistas y populares acordaron en el Congreso endurecer la normativa electoral hasta el límite de lo legal para impedir que desde el entorno de ETA se hagan trampas en las elecciones municipales. Soy de las que cree que Eguiguren se equivoca gravemente cuando lanza sus hipótesis, cuando afirma que hablar con Ternera es como hablar con cualquier otra persona, cuando dice al gobierno vasco que no basta con solo construir carreteras. Se equivoca y los socialistas tienen un problema que deberán resolver y ya han comenzado a hacerlo pidiendo a su presidente que evite declaraciones públicas. Se equivoca Eguiguren pero poner en duda de qué lado de la raya se sitúa es claramente injusto. Eguiguren es y está con los buenos aunque sus declaraciones provoquen rechazo y sean merecedoras -que lo son--de crítica. .