El 1% Cultural
01/10/2010 - 09:45
Por:
Editorial
Catedrales, teatros, castillos o balnearios. La decisión de destinar el 1% del importe de las obras públicas a la rehabilitación de bienes culturales ha hecho posible recuperar y enriquecer numerosos edificios de nuestro patrimonio arquitectónico.
Este fondo económico ya estaba recogido en la Ley de Patrimonio Histórico Artístico de 1985, que señalaba el porcentaje a dedicar a este tipo de actuaciones de conservación o enriquecimiento, con el fin de fomentar la creación artística, dando preferencia a la propia obra o a su entorno más inmediato. Aunque desde 1986 se ha venido plasmando en intervenciones concretas, el empujón definitivo fue el convenio, firmado en el 94 y ratificado en diciembre de 1996, entre Fomento y Cultura, mediante el cual el primer Ministerio, a través de la Dirección General para la Arquitectura y la Vivienda, aportaba las cantidades económicas mientras que el de Educación y Cultura, por medio de la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales, tenía que dar su conformidad a cada una de las actuaciones propuestas. La Vega Baja de Toledo, la Iglesia de San Francisco, en Guadalajara y la Casa Academia de Minas de Almadén son los proyectos aprobados para la recuperación del patrimonio histórico de Castilla-La Mancha. Estas actuaciones se suman a los 4,3 millones de euros aprobados en 2009 para el desarrollo de cuatro proyectos distintos en las provincias de Cuenca y Toledo, a través del programa 1% Cultural. Ayer, el ministro de Fomento, José Blanco, era el encargado de firmar estos acuerdos que en el caso de la Iglesia del Fuerte supondrá la actuación de la tercera fase valorada en 590.899 euros. Desde 2008, gracias a las partidas del 1% Cultural, se ha podido proceder a la restauración de la cripta del inmueble. Después, la iglesia de San Francisco también se vio beneficiada con la aprobación del proyecto para su restauración, que contó con un presupuesto de 1.158.956,94 euros, y que constituía la Fase II del Plan Director que ha pretendido aunar intervenciones coyunturales. Y ahora, llega esta tercera fase con la que se pretende la restauración interior y exterior de la Iglesia del Monasterio con el objeto de dar solución a los daños existentes. De no haber sido por estas partidas, esta joya arquitectónica seguiría sumida en el olvido y el deterioro.