El banquero imprudente

Las gentes del PP están que trinan con Emilio Botín. No les ha gustado que el banquero cántabro le haya pedido a Zapatero que siga y complete la legislatura. Sabido es que Rajoy y Cospedal llevan meses pidiendo elecciones anticipadas. Así las cosas, tras airear La Moncloa la conseja de Botín -dicha en la reunión de ZP con los empresarios- se han disparado los comentarios acerca de las razones del banquero para traspasar la raya que acota el territorio de prudencia en el que acostumbran a moverse los banqueros.

   Hay quien recuerda que los banqueros están siempre con el Gobierno de turno porque es quien tiene a mano el BOE y, sin ir más lejos, el actual va a entregar a los bancos los despojos de las cajas de ahorro que se han hundido al estallar la burbuja inmobiliaria. Puestos a interpretar la inopinada salida del banquero, los más aviesos recuerdan que está en marcha una petición de indulto para el consejero delegado del Santander, condenado en sentencia firme por el Tribunal Supremo.

   También se especula con que el apoyo de Botín a Zapatero procede de un registro calculador, el de quien piensa que las medidas de ajuste duro que hay que hacer es mejor que lleven la firma de un Gobierno socialista porque de otra manera la calle estallaría en protestas como las que hemos visto en Grecia, Portugal o el Reino Unido y ése sería un escenario que retrasaría la salida de la crisis propiciando un período de inestabilidad política que podría ser aprovechado por los especuladores financieros internacionales para atacar nuestra Deuda. En fin, por no dejarnos nada en el tintero: también hay quien cree que un apoyo tan explícito como el que Botín le ha dado a Zapatero refleja la limitada confianza que tiene el primer banquero de este país en el líder de la oposición y en sus capacidades para sacar a España de la crisis. De ahí el cabreo de las gentes populares contra el banquero imprudente.