El calor del hogar... en un cuartel
01/10/2010 - 09:45
TE CUENTO
Partiendo de la base de que todos nos dedicamos a lo que nos dedicamos por pura vocación, quizás nos resulte fácil entender que una persona abandone su casa, a su familia, y se vaya a vivir a un cuartel. Así es como se procede en la Benemérita, donde durante los primeros años en el cuerpo hay que ir de un destino a otro, dependiendo de los ascensos.
Eso provoca que la mayoría de los agentes de un cuartel no sean, ni por casualidad, de la zona. Para ello se idearon las casas-cuartel, donde, no obstante, los agentes mantienen la independencia y la privacidad de un hogar. En el cuartel de Azuqueca, por ejemplo, con una plantilla compuesta por canarios, asturianos, gallegos, andaluces... pasarán de cinco viviendas para guardias civiles a más de 40 cuando se terminen las obras del nuevo cuartel. En El Casar, por otro lado, se construirán viviendas para los agentes con familia y apartamentos para los solteros. Y es que no hay que olvidar que muchos de estos agentes llegan a un destino con una familia ya formada. Es, en definitiva, otra forma de encarar la vida y el trabajo, que permite, al contrario de lo que muchos podrían pensar, disponer del calor de un hogar en el mismo cuartel.