El centro comercial

18/11/2017 - 12:44 Pedro Villaverde Embid

El 20 de noviembre marcó un hito en Guadalajara. Por fin teníamos un Corte Inglés, Hipercor, Multicines con los últimos estrenos...

El 20 de noviembre de 2007 marcó un hito en la historia y en la propia fisonomía de la ciudad de Guadalajara. Aquella tarde, al otro lado de la A-2, un moderno y amplio centro comercial, con tiendas de numerosas marcas, salas de cine, locales de restauración y un hipermercado, revolucionaría los hábitos de consumo y ocio de esta pequeña capital provincial y del entorno. Por fin teníamos un Corte Inglés, Hipercor, Multicines con los últimos estrenos y todos los servicios o el VIPS en Guadalajara, además de multitud de firmas conocidas como Zara.           Resulta hoy difícil explicar a los pequeños de la casa que hasta entrado ya el siglo XXI no disponíamos de un centro de estas características, que nos íbamos a los centros comerciales de Madrid. Esto nos lleva a retrotraernos en el tiempo para revivir la emoción con que en los años noventa asistimos a la apertura del centro comercial Eroski, subiendo y bajando por las escaleras mecánicas como niños con zapatos nuevos, aunque éstas las habíamos conocido ya en Galeprix, donde se sucedieron varias cadenas en unas instalaciones grandes y con muchos productos (adquiríamos allí discos, ropa de baño, de deporte, cremas… y en la planta de abajo alimentación). Es una pena que aquello se cerrase. Una mención también merece el hipermercado Gelco que conectó con la provincia gracias a las láminas, ‘Guadalajara, que guapa eres’, la organización del concurso de miss y otras muchas iniciativas. El día que sus responsables, con Carlos y Juan al frente, nos llamaron para anunciar su venta, algo se nos fue para siempre. Nos acordamos, por otra parte, del Ahorramás, cuyo centro de la avenida Castilla frecuentamos en los años ochenta y noventa. Y vaya una última añoranza de niñez o adolescencia para el mercadillo de la calle Cifuentes, donde de puesto en puesto, carnicería, pollero, casquería, frutería… íbamos comprando y pidiendo la vez. Allí sigue. Lugares todos que han ido satisfaciendo nuestras necesidades básicas y gozan de nuestro cariño por evocarnos años jóvenes . Pero nos hicimos mayores gracias al Ferial Plaza, al Corte Inglés e Hipercor. Es otra dimensión. Todo cambió desde aquella tarde de noviembre. El décimo aniversario es motivo para estar felices y agradecerles el haberse mantenido ahí pese a la crisis.