El color de la derecha

26/08/2011 - 00:00 Pedro Calvo Hernando

 
Demasiados sufrimientos para el PSOE en lo que va de legislatura, que son ya tres años y medio, casi todo ese tiempo bajo la bota de la crisis económica. Sólo les faltaba a los socialistas esto de que su Gobierno protagonice la reforma constitucional para buscar la estabilidad presupuestaria, con el riesgo puro y duro de que eso se convierta en un obstáculo o valladar para el progreso social, para las políticas sociales, para el desarrollo del Estado del Bienestar.
 
 
  El acuerdo final con el PP es menos desastroso de lo que se temía, tras las correcciones estimuladas por la presión interna del PSOE, incluido el candidato a la presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba. Hubiera sido un disparate una reforma que no contemplase excepciones en caso de recesión, emergencia o catástrofe. Pero que la reforma tiene el color de la derecha y no de la izquierda progresista es una verdad como un templo, se pongan como se pongan los que parecen no haber tenido más remedio que pasar por las horcas caudinas de la derecha europea dominante de Merkel-Sarkozy y compañeros mártires, que son muchos.

   Para cualquier socialista lo que está sucediendo es un calvario, a añadir a los que lleva sufridos desde 2008. Ya escribí que para este plan, mejor que Zapatero hubiera dimitido hace tiempo y que hubiera dejado el Gobierno a la derecha para que ésta hiciera con entusiasmo la política que los socialistas han venido haciendo a regañadientes. Si finalmente las elecciones generales del 22 de noviembre las ganan Rajoy y sus muchachos y muchachas, ya están perdiendo el trasero los socialistas para una profundísima regeneración del partido, esa cosa que sólo parece que puede hacerse desde la oposición. Este país necesita una izquierda sana y fuerte y mientras no se me demuestre lo contrario tal cosa sólo es posible desde un partido socialista transformado en tal tras la amarga experiencia de estos años. Y si la izquierda entera se decide al sueño de la unidad o a ponerlo todo en manos del 15-M, pues mejor que mejor. Es claro que ahí tendrían muy poquito que hacer los actuales dirigentes.