El cumpleaños del presidente

31/07/2011 - 13:35 Fernando Jáuregui

 
El presidente cumple años esta semana. El jueves, concretamente. Con su poder debilitado. Con un importante desafío de la clase política, enormemente dividida, contra el país, al que se amenaza con el caos económico. Dicen que hay optimismo acerca de un posible acuerdo entre los dos principales partidos para emprender las reformas en profundidad necesarias: la economía, ya se sabe, es fundamentalmente política, y si la política es un desastre, la economía también lo será. Y, así, los políticos, a los que los ciudadanos eligen y pagan para que les resuelvan los problemas, son los que los crean. Con este panorama poco tranquilizador, el presidente cumple años esta semana. Una semana importante, en la que comenzarán a verse los resultados de los acontecimientos de los últimos días. Naturalmente, habrá usted adivinado, querido lector, que hablo del cumpleaños de Barack Obama, que este jueves alcanza su cincuenta cumpleaños teniéndonos a todos en vilo: ¿habrá, como parece -lo contrario sería haber llegado a un punto de increíble cerrazón por parte de los archiconservadores del 'tea party' y de increíble falta de habilidad por parte de los demócratas_ un acuerdo de última hora, aunque no sea definitivo, que nos salve del 'martes negro'? A este lado del charco resulta difícilmente explicable que la lucha partidaria, los manejos para descabalgar al presidente, hayan colocado al mundo al borde de un abismo en cuyo fondo no sabemos qué nos vamos a encontrar. También habrá usted adivinado, querido lector, que muchas de estas consideraciones podrían aplicarse, comenzando por el cumpleaños del jueves, a nuestro propio presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, que tantos paralelismos -salvadas siempre las distancias, claro está_mantiene con Obama: han nacido un 4 de agosto, dos personajes atractivos que llegaron de manera inesperada al poder y, una vez en él, han protagonizado una trayectoria llena de claroscuros, de virajes difíciles en pos de cambiar la sociedad, sin haber llegado a lograrlo. Zapatero ya ha organizado su sucesión y a Obama le están forzando el relevo. En ambos casos, el estadounidense y el español, hubiese sido más que deseable un acuerdo de amplio espectro entre las fuerzas políticas para arreglar las cañerías del país. En ninguno de los dos casos se ha dado el pacto generoso que la nación reclamaba. Así comienza agosto el presidente. Agitado(s) cumpleaños el suyo, los suyos.