El cumplimiento de la pena y la reinserción

10/05/2011 - 00:00 Carlos Carnicero

 
Estanislao López Aguiriano y Andrés Errandonea Arruti forman parte del grupo de los cinco veteranos de la banda que han recuperado la libertad tras cumplir el máximo de condena legal. Su responsabilidad con la Justicia está saldada. Es importante recordar lo obvio -que el cumplimiento de la sentencia salda la condena- en un país en el que algunas fuerzas como el PP tratan de culpabilizar al Gobierno socialista cada vez que un preso etarra ha cumplido la totalidad de la pena y recupera su libertad. Nada que ver este supuesto con medidas de atenuación de la condena por razón de reinserción social, que tienen que observar un cambio en la actitud del recluso para anticipar su salida de la cárcel con motivo de su regeneración a juicio de las autoridades penitenciarias. Algunos presos etarras han cumplido treinta años de cárcel. Entraron en prisión siendo unos jóvenes asesinos y han salido en la madurez, y ahora tendrán que decidir el uso que hacen de la libertad recuperada, pero la sociedad ya no tiene derecho a reclamarles salvo que existan responsabilidades civiles no prescritas. Nada más eficaz que la mezcla dosificada de presión y reconciliación.
   Los presos de ETA pueden jugar un papel importante en la decisión final de la banda terrorista de proceder a su disolución, que es el único supuesto que podría contemplar algún tipo de progresivas medidas de reinserción social de quienes apuesten por el abandono de la violencia, acrediten arrepentimiento y pidan perdón a las víctimas. Es urgente establecer un clima de racionalidad en las relaciones entre el Gobierno y la oposición para esta fase final del terrorismo. Y las piezas maestras de esa actitud son muy sencillas: lealtad de la oposición hacia la política antiterrorista que le corresponde definir al Gobierno y generosidad del ejecutivo para compartir los réditos políticos inherentes a la derrota de ETA