El debate

12/12/2015 - 23:00 Pedro Villaverde Embid

Lo primero felicitar hoy al grupo de comunicación Atresmedia, al que pertenece nuestro compañero en Nueva Alcarria, el seguntino Javier del Castillo, por el histórico debate a cuatro bandas celebrado en la noche de este lunes, que congregó a casi diez millones de personas de audiencia entre Antena 3, La Sexta y Onda Cero. Impresionante puesta en escena con más de medio millar de personas trabajando en la organización y desarrollo emocionante del mismo desde la entrada a la salida del plató de los diferentes candidatos. Fueron después muchas las personas que permanecieron ‘enganchadas’ al coloquio que analizó los gestos y momentos de algo inédito en nuestra historia democrática, como lo son también estas elecciones, las más abiertas y disputadas de las cuatro décadas de peregrinaje a las urnas. El ganador, sin duda, el periodismo, en general, y los citados medios en particular, así como la política que se engrandece con citas como esta que demuestran que no todo el mundo vale para estar ahí. Hubo momentos ciertamente vibrantes. Cabe destacar la valía y buen hacer de todos los contendientes que se sometieron a un impresionante ejercicio de memoria, de oratoria, de fuerza emocional y de reflejos ante la rapidez requerida en sus intervenciones y las constantes alusiones que obligaban a la reacción. Todo ello de pie firme, sin un simple atril donde encontrar cierto cobijo y millones de ojos pendientes de cada movimiento. Los cuatro participantes estuvieron bien y merecen el aplauso que recibieron de los suyos en lo que fue una auténtica fiesta. Además de atacar y defender enunciaron algunas propuestas de su programa electoral. El formato, al ser cuatro, no daba para entrar en detalle sobre nada y tal vez haya resultado injusto por prescindir de candidatos de otras formaciones que todavía tienen representación en el Congreso y alguna ciertas expectativas, pero ha sido un éxito y un indudable hito periodístico, político y social. No será decisivo, como se autocalificaba, porque no hubo claro vencedor y el balance o resultado es susceptible de interpretación y de opinión, por mucho que algunos parezcan tenerlo claro. Como un buen partido de fútbol el post debate ha protagonizado los siguientes días, pero queda mucho por decir y la campaña sigue su curso.