El deporte no combina bien con la violencia

Una vez más, y ya van miles, el deporte se volvió a combinar con la violencia, que está por desgracia habitualmente presente en el mundo del fútbol, sea cual sea la categoría de la que se trate. Sucedió en el trancurso del Almansa-Azuqueca cuando el equipo rojinegro ‘cometió el error’ de marcar un gol. La decisión del árbitro de concederlo fue polémica ya que el juez de línea había levantado el banderín señalando fuera de juego, pero no hay nada más allá. El partido se ‘calentó’, tanto en el campo como en los banquillos, y ese ardor llegó a la grada, que en lugar de volcarse en animar a los suyos la tomó con el cuadro azudense. La reacción de numerosos aficionados almanseños no se quedó ‘sólo’ en los insultos al rival, que son de cualquier modo condenables, sino que casi se convierte en violencia física contra los visitantes.