El enfado por la Sanidad
20/01/2013 - 00:00
Monumental es el enfado que numerosos vecinos tienen desde que sabían que verían reducidos los servicios médicos de su localidad, algo que se hizo efectivo el lunes en seis municipios de la provincia y que por más que manifiesten en concentraciones, encierros o en la manifestación del sábado no tiene marcha atrás, salvo que la Justicia diga otra cosa, que puede ser. De momento solo es cautelar. Este Gobierno toma las decisiones con absoluta firmeza y al igual que las aves de la vega están acostumbradas a los disparos, el clamor de los ciudadanos les es indiferente. Realmente convencidos del acierto de sus medidas cualquier protesta les suena a estrategia de la oposición y todo lo justifican por los desaciertos o simplemente pésima gestión de los antecesores en el cargo. Parte de razón llevan en ello pero el caballo de Atila no debe trotar por todos los caminos, al menos no por uno, el de la Sanidad. Nada más importante hay en esta vida que la salud y cuando esta peligra en una sociedad teóricamente moderna y muy evolucionada la respuesta de los facultativos y los medios sanitarios debe ser rápida e impecable.
Ninguna vida puede perderse por no ser atendida a tiempo una persona y ese es el gran peligro que conlleva el cierre por las noches de los Puntos de Atención Continuada y el argumento cae por su peso. Dicen desde Fuensalida que la media de asistencia en este tramo horario es de una persona al día. Suficiente para mantenerlo abierto. También argumentan que solo se presta atención primaria, que la respuesta en caso de urgencia sigue siendo la misma que hasta ahora, pero deberían preguntar a los médicos si esa primera asistencia de estabilización del paciente no es lo que le permite en muchos casos aguantar hasta la llegada del servicio de urgencias. Se puede recortar de todo, menos en sanidad, en una provincia con núcleos que quedan casi inaccesibles por carretera por las heladas y las nieves, donde los desplazamientos nocturnos no se pueden medir en una ecuación kilómetro-tiempo y a veces resultan hasta imposibles. Los PAC llegan a ser el motivo para que un matrimonio mayor se quede solo en su pueblo sin mayor temor. Ahora habrá éxodo. Guadalajara retrocederá en lugar de avanzar o al menos estancarse. Cabe encomendarse a la Justicia.