El estado de la Educación
01/10/2010 - 09:45
MARÍA CRESPO, Diputada regional del PP por Guadalajara
En estas semanas que estamos empezando el curso escolar, es el momento de hablar de educación. De lo que se invierte y para lo que sirve ese gasto. Porque no basta con alardear de gastar mucho si se gasta mal y en lo que no se necesita.
Quiero darle la bienvenida y desearle un gran éxito a la nueva Delegada de Educación en Guadalajara y confío en su profesionalidad para llevar a cabo su nueva tarea. Espero sinceramente que su buena gestión sirva para compensar la nefasta política educativa de la región.
En Castilla la Mancha la educación está mal y es muy preocupante que gastándose el 6% del PIB los resultados no mejoren. En la gestión de la educación es imprescindible saber conjugar equidad con calidad y esto, lamentablemente no se está produciendo. Los socialistas de nuestra región gastan mucho, somos la segunda de España y sin embargo, no consiguen los resultados deseados. Por lo que es fácil intuir que se gasta mucho pero no se gasta bien.
Somos la décimo tercera región del país en abandono escolar. Siendo esto fundamental no es el único ratio a tener en cuenta pues la calidad educativa se plasma en que los escolares tengan unos conocimientos básicos, al menos mínimos, que les permitan el posterior desarrollo profesional con eficiencia. Y es que una mala educación perjudica a toda la sociedad y privar a los escolares de una educación de calidad es una de las injusticias más graves que un político puede permitir.
Tenemos una serie de puntos muy débiles; estamos en el puesto 14 en graduación y en el ratio profesor/alumno. Los décimocuartos de 17 comunidades. Somos los terceros por la cola en idoneidad y en comedores escolares. Somos la última Comunidad en promoción de iniciativa social, por ese pánico que los socialistas le tienen a lo privado, y no digamos nada a la formación dada por curas y monjas en sus colegios. A esto, los socialistas le tienen terror, por eso les atornillan.
La flamante Consejera, como acostumbran a hacer los socialistas, se autocomplace de la calidad educativa regional, cuando ni siquiera se han atrevido a que nos evalúe el Informe Pisa, por miedo a que saliéramos muy mal parados, teniendo como tenemos una tasa de analfabetismo altísima, el 4,3%, la tercera del país y como siempre, junto con Andalucía y Extremadura. Pero la radicalidad de la nueva Consejera es patente al hacer oídos sordos a los dictámenes de los Tribunales Superiores de Justicia que reconocen el derecho de objeción frente a la polémica asignatura de Educación para la Ciudadanía y, negando la mayor, sólo reconoce que hay 3000 objeciones, cuando las plataformas ciudadanas hablan de más de 8000.
El nombramiento de Mª Ángeles García responde a la radicalización del gobierno de Barreda, que, estando como está, más solo que la una en su partido, ha querido rodearse de los fieles militantes del antiguo PCE, tratando de borrar la sombra de Pepe Bono, que aún en la Región es muy, muy alargada. Obviamente, Barreda se equivoca, pues en una Comunidad como la nuestra, la radicalidad de la izquierda no funciona. Y en materia educativa mucho menos.
Esperemos que esto sirva para que los castellano-manchegos vean que Barreda y Zapatero son lo mismo. Los mismos laicistas, aunque vayan de procesión. Los mismos que no defienden la vida ni al inicio ni al final, aunque en Toledo lo silencien. Los mismos que abogan por intervenir en la economía y en la educación, como se ve en Castilla la Mancha. Los mismos que han conseguido que en España haya más de 2.600.000 parados, más de 135.000 de la región. Y los mismos que defienden unos intereses muy claros para quienes anclados en el pasado siguen mirando nostálgicamente la realidad de los países del Este de Europa anterior a la caída del Muro de Berlín.
Los castellano-manchegos debemos tener las mismas oportunidades que los demás españoles porque somos ciudadanos de primera, que pagamos los mismos impuestos que los demás y que trabajamos igual que el resto pero que, por tener un gobierno ancestral desde hace 25 años, nos obliga a ser la tercera región de España con peores prestaciones. Espero y deseo que los castellano-manchegos entiendan que podemos estar mejor y que esa mejoría pasa por un cambio de gobierno en 2011.
En Castilla la Mancha la educación está mal y es muy preocupante que gastándose el 6% del PIB los resultados no mejoren. En la gestión de la educación es imprescindible saber conjugar equidad con calidad y esto, lamentablemente no se está produciendo. Los socialistas de nuestra región gastan mucho, somos la segunda de España y sin embargo, no consiguen los resultados deseados. Por lo que es fácil intuir que se gasta mucho pero no se gasta bien.
Somos la décimo tercera región del país en abandono escolar. Siendo esto fundamental no es el único ratio a tener en cuenta pues la calidad educativa se plasma en que los escolares tengan unos conocimientos básicos, al menos mínimos, que les permitan el posterior desarrollo profesional con eficiencia. Y es que una mala educación perjudica a toda la sociedad y privar a los escolares de una educación de calidad es una de las injusticias más graves que un político puede permitir.
Tenemos una serie de puntos muy débiles; estamos en el puesto 14 en graduación y en el ratio profesor/alumno. Los décimocuartos de 17 comunidades. Somos los terceros por la cola en idoneidad y en comedores escolares. Somos la última Comunidad en promoción de iniciativa social, por ese pánico que los socialistas le tienen a lo privado, y no digamos nada a la formación dada por curas y monjas en sus colegios. A esto, los socialistas le tienen terror, por eso les atornillan.
La flamante Consejera, como acostumbran a hacer los socialistas, se autocomplace de la calidad educativa regional, cuando ni siquiera se han atrevido a que nos evalúe el Informe Pisa, por miedo a que saliéramos muy mal parados, teniendo como tenemos una tasa de analfabetismo altísima, el 4,3%, la tercera del país y como siempre, junto con Andalucía y Extremadura. Pero la radicalidad de la nueva Consejera es patente al hacer oídos sordos a los dictámenes de los Tribunales Superiores de Justicia que reconocen el derecho de objeción frente a la polémica asignatura de Educación para la Ciudadanía y, negando la mayor, sólo reconoce que hay 3000 objeciones, cuando las plataformas ciudadanas hablan de más de 8000.
El nombramiento de Mª Ángeles García responde a la radicalización del gobierno de Barreda, que, estando como está, más solo que la una en su partido, ha querido rodearse de los fieles militantes del antiguo PCE, tratando de borrar la sombra de Pepe Bono, que aún en la Región es muy, muy alargada. Obviamente, Barreda se equivoca, pues en una Comunidad como la nuestra, la radicalidad de la izquierda no funciona. Y en materia educativa mucho menos.
Esperemos que esto sirva para que los castellano-manchegos vean que Barreda y Zapatero son lo mismo. Los mismos laicistas, aunque vayan de procesión. Los mismos que no defienden la vida ni al inicio ni al final, aunque en Toledo lo silencien. Los mismos que abogan por intervenir en la economía y en la educación, como se ve en Castilla la Mancha. Los mismos que han conseguido que en España haya más de 2.600.000 parados, más de 135.000 de la región. Y los mismos que defienden unos intereses muy claros para quienes anclados en el pasado siguen mirando nostálgicamente la realidad de los países del Este de Europa anterior a la caída del Muro de Berlín.
Los castellano-manchegos debemos tener las mismas oportunidades que los demás españoles porque somos ciudadanos de primera, que pagamos los mismos impuestos que los demás y que trabajamos igual que el resto pero que, por tener un gobierno ancestral desde hace 25 años, nos obliga a ser la tercera región de España con peores prestaciones. Espero y deseo que los castellano-manchegos entiendan que podemos estar mejor y que esa mejoría pasa por un cambio de gobierno en 2011.