El futuro de Caja de Guadalajara

Tanto el Gobierno, por medio del Fondo de Reestructuración y Ordenación Bancaria (FROB), como muchos dentro de la banca ven como se está llegando a culminar esta reestructuración de las cajas de ahorro. Caja de Guadalajara no podía quedarse al margen de este proceso que la entidad alcarreña dará por concluido a finales del próximo mes de julio cuando José Luis Ros y Antonio Pulido, presidente de Cajasol, estampen su firma haciendo efectiva la fusión. Acabará entonces un largo proceso, que se podría calificar de modélico, (a la vista de las idas y venidas de las que hemos sido testigos en fusiones de características similares entre otras entidades) y que esta semana alcanzaba su culmen cuando las asambleas generales de ambas cajas aprobaban la integración. Caja de Guadalajara no sólo mantendrá su marca en Castilla-La Mancha, sino que ha apostado por la creación de una fundación que permitirá seguir manteniendo la labor que venía desempeñando desde la Obra Social. Es decir, que la presencia e implantación de la Caja provincial se mantendrá intacta en el que ha venido siendo su ámbito de actuación. Pero además, el presidente de la caja alcarreña ha sabido resolver con eficacia uno de los principales problemas que se plantean en este tipo de uniones: la integración laboral de la plantilla en un nuevo grupo. El pacto, firmado por Caja Sol, Caja de Guadalajara y CC OO, ha conseguido evitar medidas laborales traumáticas consiguiendo que la reorganización de las plantillas haya tenido carácter voluntario. Se inicia pues una nueva etapa para Caja de Guadalajara que afronta el futuro con el convencimiento de que esta unión la fortalece y la hace un instrumento más útil para el desarrollo de nuestra provincia.

A pesar de que es voz populi que muchas entidades han comenzado las conversaciones para nuevas alianzas, muchos son partidarios de guardan estricto silencio. Sin embargo, el mapa financiero español está a punto de modificarse.