El futuro ya está aquí

13/03/2020 - 20:39 Jesús de Andrés

En estos días de histeria colectiva, de aceleración de los acontecimientos,de gente acaparando alimentos como si fuera a empezar mañana la guerra, uno podría tener la sensación de que, finalmente, aquel futuro ya está aquí.

Así decía la canción de Radio Futura en aquellos tiempos de movida y transición, cuando algunos eran más jóvenes, otros estaban por llegar y todo estaba por hacerse. En realidad, pese a que John Lennon llevaba años imaginándolo, el futuro estaba por ser descubierto. La ciencia ficción lo dibujaba como un lugar inhóspito, lúgubre, donde la tecnología no nos había hecho mejores. La distopía era lugar común en el cine, el cómic, la fotografía, la novela… Los guerreros del Bronx, estrenada en 1982, fue el cenit del cine serie B, que por entonces era el más visto. Las historietas de Zona 84 imaginaban un mañana terrorífico de contaminación y desastres nucleares. Mad Max (1979) reflejaba un futuro post apocalíptico en el que imperaba la violencia. Blade Runner, la admirada película dirigida por Ridley Scott, estaba ambientada en Los Ángeles a finales del año 2019, el año pasado: háganse una idea de cómo concebía el siglo XXI.

En estos días de histeria colectiva, de aceleración de los acontecimientos, de vivir por momentos con una especie de sensación de irrealidad, de gente acaparando alimentos como si fuera a empezar mañana la guerra, uno podría tener la sensación de que, finalmente, aquel futuro ya está aquí. Los memes que llegan al móvil bromeando sobre el asalto a los mercadonas, con Schwarzenegger cargando rollos de papel higiénico o soldados de Call of duty arrasando la sección de charcutería con el fusil automático al hombro, ya no son ciencia ficción sino parodia de la realidad. Y esa realidad podrá ser caricaturizada, nos podremos reír o podremos llorar, pero no es así: el presente no es un terreno inhumano y tampoco vivimos en una sociedad de replicantes.

En estos días, como es lógico ante lo extremo de la situación, hay profecías autocumplidas, como el desabastecimiento de los hipermercados; hay sensacionalismo informativo, cuando no noticias falsas que buscan rédito económico a golpe de click, como la del inmediato cierre de Madrid; hay mucho “yalodijeyo”, de quien se cree más listo que nadie y piensa que ayer se pudieron tomar decisiones teniendo, claro, la información que tenemos hoy, algo totalmente falaz; hay inconsciencia y falta de responsabilidad de algunos; e incluso hay cambios que puede que se queden con nosotros, como los hábitos en los saludos. Pero ni esto es Walking Dead ni han llegado los últimos días.

Es un gran problema, eso es evidente. Nadie discute lo mucho que hay que hacer, los enormes retos a los que debemos enfrentarnos, pero tampoco deberíamos dudar, pese a lo que nos deparen las próximas semanas, que el futuro es mucho mejor de lo que nunca imaginamos. Pongamos todo nuestro empeño en ello.