El indulto

28/11/2011 - 00:00 Fermín Bocos


  En Madrid no se habla de otra cosa que del indulto concedido al banquero Alfredo Sáenz por el Gobierno en funciones que preside José Luis Rodríguez Zapatero. La medida de gracia libra al banquero de la condena de prisión e inhabilitación impuesta por el Tribunal Supremo por un delito de acusación falsa cometido en 1994 contra cuatro acreedores de Banesto banco del que ,a la sazón, era presidente. Recordemos que los cuatro acabaron en prisión por sentencia del magistrado Pascual Estevill, un juez prevaricador.

  Más allá de lo que la medida tiene de arbitrario -hay decenas de peticiones sin atender-, el indulto concedido al mencionado banquero salta en el plano de lo simbólico hasta el imaginario colectivo oscureciendo, más si cabe, la imagen de partido de izquierdas del actual PSOE. Por decirlo así, vendría a ser la última evidencia de la doblez que ha sido marca de la casa durante los siete años de "zapaterismo" y los cinco meses que ha durado la campaña electoral. Campaña en la que al candidato Pérez Rubalcaba subía a la tribuna y, tras guiñar un ojo a los del 15 M, anunciaba un "impuesto para los ricos" que iba a ser la panacea para paliar los efectos de la crisis y la deuda. Zapatero que iniciaba el curso político en las eras de Rodiezmo rodeado de sindicalistas y con discursos a lo "Novecento", ha terminado alquilando residencia Somosaguas, en la milla de oro madrileña dónde -el urbanismo se complace en este tipo de ironías-, residen algunos de los banqueros más importantes del país.

  Decía un clásico que quien no vive como piensa ,acaba pensando como vive. Pues en eso está. Tengo para mi que quienes todavía no le han exigido que resigne su cargo de secretario general y asuma su máxima responsabilidad en el mayor desastre electoral sufrido por el PSOE a lo largo de todo el período democrático, deberían reflexionar acerca de la trayectoria de quien se despide mandando al BOE el indulto para un ciudadano que, a sabiendas de que la denuncia era falsa, asistió impasible al ingreso en prisión de cuatro personas que eran inocentes.