El más triste de los finales
01/10/2010 - 09:45
ORTIGA
Historia con final nada feliz. Ese ha sido el desenlace de la crisis que se destapó hace tres meses en el seno de la empresa Avicu y que, pese a negociaciones varias, ha acabado de la peor forma posible.
Los sindicatos coincidían en que el negocio de Avicu era rentable y la lógica indicaba también que su materia prima, los pollos, aún con crisis económica de por medio, seguían siendo un artículo de primera necesidad, de esos que, como el pan o la leche, siguen vendiéndose en los comercios. Sea la crisis o sea la dudosa gestión de sus directivos, lo cierto es que 400 trabajadores especializados, de diferentes edades y con diferentes situaciones personales, algunas realmente desgarradoras, se han quedado en la calle en medio de un panorama económico en el que hay mucha más demanda de trabajo que ofertas y con tres o cuatro nóminas pendientes de pagar. A pesar de sus esfuerzos, de mil y una movilizaciones, los trabajadores no le han ganado la batalla a la cruda realidad que se les ha impuesto y se acaba, con la decisión de rescindir sus contratos, con 40 años de historia de una importante marca alcarreña.