El modelo energético

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por:
Editorial
En plena tensa espera para conocer cuál será, definitivamente, el municipio elegido para albergar el Almacén Temporal Centralizado (ATC), se conocía ayer la existencia de un estudio elaborado por los grandes grupos industriales españoles que contempla la construcción de dos grupos nucleares de unos 2.000 MW, cuya producción les serviría para su autoconsumo de energía.
El estudio, promovido desde Unión Fenosa, baraja una inversión de 4.000 millones y como emplazamiento señala la vieja central de Zorita, en proceso de desmantelamiento. La noticia caía como una bomba en Guadalajara donde defensores y detractores de la energía nuclear han mantenido, durante todo este año, un intenso debate sobre la conveniencia, o no, de que nuestra provincia acoja más instalaciones de estas características. Y es que Guadalajara, con dos centrales nucleares, ha cumplido más que de sobra con su cuota de solidaridad. Sin embargo, aún hay muchos que consideran que esta actividad supone un revulsivo para las zonas donde se localiza y que lejos de generar un perjuicio para la comarca, es un modo de apostar por una entrada segura de recursos económicos. Pero más allá del debate local, lo que está claro es que España debe crear un nuevo modelo energético dejando atrás ciertos prejuicios. Esta semana, en plena negociación entre el Gobierno de Zapatero y el PP para alcanzar un Pacto Energético, el secretario de Estado de Energía, Pedro Marín, insistía en que no se construirán más centrales nucleares en nuestro país. De ahí la inoportunidad, para algunos, del estudio que se conocía ayer y que propone nuevas centrales para hacer frente al encarecimiento de los precios de la electricidad tras la desaparición de la tarifa de la industria. Así, las cosas, lo que está claro es que ni podemos mantenernos al margen de la tendencia generalizada de los países europeos de apostar por el renacimientos de energía nuclear ni se puede basar el modelo energético de nuestro país en aerogeneradores y placas solares. Como mínimo habrá que mirar hacia delante y buscar un pacto de “futuro” que establezca el mix energético.