El Museo de Checa, como ejemplo

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por:
Editorial
El pasado mes de junio abría sus puertas al público el Museo de la Trashumancia de Checa. Este nuevo recurso forma parte de un conjunto de centros de interpretación que se han ido poniendo en marcha y que se encuentran distribuidos dentro del Parque Natural del Alto Tajo.
De hecho, este centro de interpretación es uno de los cinco que, con diferentes contenidos y temática, facilitarán información precisa y concreta sobre diferentes aspectos de la vida natural y cotidiana de los habitantes de esta privilegiada zona de la provincia. En Corduente se inauguró el primero de ellos en junio de 2006, posteriormente se puso en marcha el de Orea orientado a la etnografía y paisaje y, después, el de Zahorejas, donde el Tajo es el protagonista. Tras la apertura del Museo de Checa, cuya temática gira en torno a la ganadería y la trashumancia (dada la importancia que esta forma de vida ha tenido en la comarca) ya sólo queda pendiente el centro de Riba de Saelices. Durante sus primeros seis meses de vida, el centro ya ha registrado 4.500 visitas lo que viene a reflejar el valor que tienen estas infraestructuras para reforzar un turismo sostenible que cada día cuenta con mayor futuro. Pero no hay que olvidar que el éxito de estos centros de interpretación radica en los nuevos valores que prioriza la sociedad. Sin una sociedad sensible con el medio ambiente y que no apostase por políticas de desarrollo sostenible estos centros perderían todo su sentido. Una comarca con un amplio abanico de valores naturales como es el Alto Tajo demuestra, con más de 40.000 visitantes anuales, la importancia del turismo sostenible para las zonas donde se declara un espacio protegido de las características de un Parque Natural. Eso sí, este desarrollo no sería posible si no se les dotase de los medios e infraestructuras necesarias para aportar calidad y bienestar a turistas y visitantes. En ese aspecto el Museo de la Trashumancia es el mejor ejemplo.