El oficio de cartero

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

EDITORIAL
Montados a lomo de su moto o coche, los carteros se han convertido en muchos pueblos de la Guadalajara rural en el último servicio que permanece. En muchas localidades el panadero apenas llega un par de días a la semana y el médico espera en el pueblo de al lado.
Sin embargo, el cartero llega puntual con el correo, en algunos casos incluso con los productos que tiene a bien llevar a los paisanos y siempre con la alegría que da recibir una carta, con buenas o malas noticias. Sigue siendo un oficio carismático, a pesar de que la tecnología ha sistematizado su trabajo de forma importante y le ha hecho perder algo de su carácter de leyenda. La figura de los carteros rurales convive en esta Guadalajara tan dispar con la de aquellos otros compañeros que reparten en las nuevas localidades en desarrollo, esas que crecen sin cesar sin que a Correos le dé tiempo a ampliar su plantilla. Los carteros recorren hileras e hileras de unifamiliares en busca del buzón correcto, mientras la sociedad se olvida de cómo se escribe una carta y prefiere optar por el correo electrónico. Con la Navidad llega la época de más trabajo para este sector, elegido para llevar los mejores deseos en el interior de cada sobre. Unos deseos que cruzan la Península y en ocasiones marchan incluso a otros continentes. Los carteros que ayer recibieron su merecido descanso a modo de jubilación saben que su profesión es tan antigua casi como nuestra civilización y que a pesar de los cambios de hábitos su función sigue siendo necesaria. Antaño para comunicar personas alejadas en distancia, hoy para llevar hasta el buzón las facturas, recibos y comunicaciones bancarias. Es igual. Lo cierto es que su presencia, en muchos casos, se convierte en la compañía única que un pastor de la Sierra encuentra durante el día. Son emisarios de buenas y malas noticias, comunicadores natos y cohesionadores de territorios. Muchas energía a todos ellos para lograr que en estas Navidades todos los buenos deseos lleguen a su destino.