El peso de los impuestos

27/10/2014 - 23:00 Redacción

El conjunto de las administraciones debe financiarse para hacer frente a los gastos de funcionamiento y la prestación de servicios de interés general que compete a cada una. Lo hace, vía impuestos, es decir haciendo soportar la carga a la ciudadanía de manera proporcional a la capacidad de cada contribuyente. Todos debemos pagar en función de lo que tenemos para poder disfrutar de educación, sanidad, carreteras o justicia, por ejemplo. Nadie nos lo regala, se limitan, quienes hemos elegido en las urnas, a priorizar y gestionar los recursos para dar satisfacción a las necesidades. Por ello no podemos tolerar el mal uso del dinero público exigiendo castigos duros y ejemplares a los casos de corrupción que nos indignan y que por desgracia no son cuestión de unos pocos. Tampoco podemos admitir el fraude fiscal, es decir que algunos, los que más medios y asesores tienen, escapen de su obligación de aportar al bien común o lo hagan de manera parcial. Ni, por supuesto, debemos consentir el abuso de gravamen para mantener maquinarías pesadas que se han ido haciendo a lo largo de los años y resultan costosas de mantener. Es urgente la reestructuración de las administraciones, la eliminación de lo que no hace falta pero hace polvo al bolsillo del que paga y la carga, lamentablemente, recae sobre todo en el trabajador, el emprendedor y el pequeño empresario. Algunos están ‘cosidos’ a impuestos, mientras otros se escapan y el dinero se malgasta o desvía. Ahora se anuncian rebajas fiscales para que los ciudadanos paguemos menos. Es fruto de una buena gestión, sin duda, que va reconduciendo una dramática situación. Sobre todo es positivo el hecho de que sean conscientes los políticos de la importancia de que los particulares dispongan de liquidez porque de éstos depende el consumo, el emprendimiento y la recuperación económica. La EPA y los últimos datos demuestran que vamos por la buena senda pero queda tramo largo por recorrer y hay que dar respiro al cansancio acumulado del caminante y desbrozar el camino.