El PP de Cascos y de Rajoy
04/01/2011 - 00:00
Me sorprende la reacción de Álvarez Cascos a la decisión de su partido de designar candidato para Asturias a una persona que no es él. Este hombre no habrá olvidado que en el PP que él inventó, entre otros, las decisiones siempre se han tomado así, ni primarias, ni nada por el estilo, desde aquella vez en la prehistoria que ensayaron lo de un congreso a cuyo ganador lo defenestraron unos meses después, a Hernández Mancha me refiero. El PP de Cascos y Aznar era el que era y el que sigue siendo ahora con Rajoy. El cachondeo y la rechifla que se trajeron en ese partido con las primarias madrileñas eran el mejor indicativo de que para ellos eso de la democracia interna no es del pasado, ni del presente ni del futuro. Los socialistas no son iguales y ahora veremos cómo tratan el tema Cascos con bastante más respeto y distancia de lo que ellos hicieron con Tomás y Trinidad. Pero que nadie se alarme. El problema asturiano llega en un momento de encuestas favorables en toda España y en el PP no van a cometer la torpeza de entrar a ningún trapo desestabilizador.
Hay y habrá teóricos que prediquen que en seno de los partidos hay que acentuar el carácter democrático de sus estructuras, aunque sólo sea para cumplir con el artículo 6º de la Constitución. Los dirigentes del PP responderán que su partido es democrático y que ellos son quienes deciden sobre esas cosas. Además, de esto se hablará tres días, pues ahí está la crisis económica que se lo traga todo, gracias en buena parte a la fidelidad pepera de los más vociferantes medios. Nada importa para ellos todo lo demás y tampoco para sus electores, si hacemos caso de las encuestas. Si la corrupción oceánica y masiva no ha sido capaz de rebajar sus expectativas electorales, no las va a rebajar un quítame allí las pajas de un Cascos al que pronto sepultarán en el olvido. Una cosa es cierta: que Cascos no es peor que los actuales dirigentes, pues aunque los métodos difieran, los comportamientos son los mismos. Pero habrá quien diga que igual me equivoco y que terminan como la de Dios es Cristo. Tampoco me importaría.