El puñetazo del Rey

13/12/2011 - 00:00 Carlos Carnicero


  Muy enfadado tiene que estar el Rey para decir que su yerno no ha tenido un comportamiento ejemplar. Y muy consciente del peligro que los escándalos de corrupción tienen para la monarquía. El Rey ha pegado un puñetazo encima de la mesa porque es consciente de lo que se juega.

  Primera pregunta: ¿quién en el seno de la Familia Real conocía las actividades económicas del Duque de Palma? Los beneficios que obtenía en esa extraña fundación por no hacer nada lo eran en función de la adscripción de Iñaki Urdangarín a la Casa Real, de una u otra forma. Se paga por no hacer nada a quien puede influir. A nadie más.

  Segunda pregunta: ¿Nadie en el entorno del Rey conocía las actividades de quien ahora se condena con la frase que "no ha tenido una conducta ejemplar? Tercera pregunta: ¿Fue el conocimiento de esas actividades lo que llevó a los Duques de Palma a residir en Estados Unidos? El panorama se adivina negro. Todavía no hay ni siquiera imputación, pero lo que se deduce del actual conocimiento de los hechos no es muy esperanzador para el marido de una de las hijas de los Reyes de España.

  La posibilidad, que se abre camino a marchas forzadas, de un miembro de la Casa Real -que lo era hasta el punto de que ahora ha sido apartado- en el banquillo de los acusados es muy poco prometedora para la monarquía. Si era complicada la transición entre el Rey de España y su hijo Felipe, el asunto Urdangarín la convierte en espinosa. El puñetazo del Rey es una conducción de Urdangarín a la picota. Porque el Rey sabe, por lo que le ocurrió a su abuelo, Alfonso XIII, que la monarquía en España está siempre pendiente de un hilo. Ahora tiene más posibilidades que nunca de que ese hilo se rompa.