El renacer de la vida

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Editorial
El Parque Natural del Barranco del Río Dulce es uno de los 104 los espacios que forman parte de la Red de Áreas Protegidas de Castilla-La Mancha, compuesta por 2 parques nacionales, 6 parques naturales, 22 reservas naturales, 5 reservas fluviales, 21 monumentos naturales, 47 microrreservas y un paisaje protegido, con una superficie conjunta superior a las 320.000 hectáreas.
Con una superficie cercana a las 8.400 hectáreas, el Barranco del Río Dulce se extiende por los términos municipales de Sigüenza, Mandayona, Saúca, Torremocha del Campo, Mirabueno y Algora, siendo uno de los espacios más protegidos de la comunidad autónoma con más de 100.000 visitantes desde su declaración en 2003. Aunque en su momento los municipios, (como suele suceder) mostraron su desconfianza ante los problemas que podría suponer la declaración para el desarrollo normal de la agricultura y ganadería, lo cierto es que en la zona este tipo de actividades han ido a la baja de forma proporcional al descenso en el número de los pocos habitantes que se mantienen en muchos de ellos. La apuesta por el turismo se convierte en la única esperanza para aquellos que han optado por quedarse, e incluso por regresar. Iniciativas como la senda presentada en agosto por la Junta de Comunidades especialmente pensada para invidentes que cuenta con balizas de señalización y paneles informativos en braille, es uno de los ejemplos de las muchas posibilidades que ofrece un paraje de belleza única. Pero para que la apuesta por el turismo sea firme las administraciones no se pueden olvidar que estos pequeños pueblos deben contar con servicios básicos, que ahora no tienen, como es el agua potable. Sólo de ese modo el Parque Natural del Barranco del Río Dulce se convertirá en el revulsivo que desde su declaración pretendía ser para las poblaciones que tienen el privilegio de encontrarse en ese entorno.