El repunte de la gripe nos recuerda las precauciones sanitarias a adoptar

18/01/2025 - 12:00 Redacción

 La responsabilidad individual siempre ha de estar presente en nuestra conducta.

No estamos en una pandemia- y bien sabemos lo que es tras la padecida hace ya casi cinco años-, ni en una situación crítica o alarmante, pero si preocupante. El aumento de casos de gripe- y el pico no se alcanzará hasta dentro de dos o tres semanas- está aumentando la presión hospitalaria, llenando las salas de urgencia y las consultas de Atención Primaria, así como las farmacias de quienes- con buen criterio-, y ante síntomas leves, confían en el criterio profesional de los farmacéuticos y contribuyen a no saturar el sistema de salud. 

  Cada invierno mueren o sufren complicaciones severas de salud muchas personas, en especial mayores o de sectores vulnerables por distintas enfermedades  y aunque esto no se puede evitar si se puede reducir si se adoptan las debidas precauciones. El Covid 19 hizo que interiorizásemos una serie de hábitos o actitudes que nos ayudaron a combatir aquel episodio extremo de salud pública y ahora las autoridades sanitarias nos recomiendan que volvamos a prevenir, que nos acordemos de lo que hicimos y lo repitamos.  La principal medida, la más efectiva, es la vacunación. Con ella o bien no enfermaremos o si lo hacemos el virus nos atacará con mucha menor virulencia. El éxito del mundo científico logrando dar con la fórmula adecuada fue el causante de que volviésemos a la normalidad después de permanecer incluso confinados en los domicilios durante meses. La primera mujer que se vacunó, precisamente en Guadalajara, Araceli, ha sobrepasado ya los cien de años de edad demostrando la sinrazón de quienes negaban la eficacia de las vacunas. 

  Ahora el panorama no es ni por asomo tan dramático pero exige actuar, volver a hacer uso de la mascarilla cuando haya mucha concentración de personas - en particular los que se exponen a un mayor peligro en caso de enfermar-, al visitar un centro médico, un espectáculo o una función religiosa, por ejemplo. Igualmente debemos extremar nuestra higiene personal lavándonos más las manos antes de cada comida o evitando el contacto físico al saludar a alguien si presenta síntomas de padecer algún tipo de virus. La responsabilidad individual siempre ha de estar presente en nuestra conducta y no ir al trabajo, viajar en transporte público o entrar en un supermercado sin mascarilla cuando estamos pasando un proceso catarral, ni aunque las pruebas de la farmacia nos hayan dado negativo en cualquier tipo de gripe o Covid. De todos depende superar con éxito esta pequeña crisis.