El Rey y la crisis económica

26/12/2010 - 19:52 Antonio Casado

Excelente trabajo de los servicios informativos de TVE sobre la presencia de la Corona en los acontecimientos que marcaron el devenir del año que está a punto de expirar. Con mención especial al triunfo de España en los Mundiales de fútbol de Sudáfrica, cuyo recuerdo fotográfico ilustró el subsiguiente Mensaje navideño del Rey. El gol de Iniesta fue el gozoso paliativo de un año difícil y así sonó en la tradicional felicitación de don Juan Carlos a todos los españoles. 

Más que difícil fue un año aciago desde el punto de vista económico este 2010 que está a punto de dejarnos. Entre otras cosas porque puso al descubierto "los defectos estructurales que hemos de resolver entre todos", dijo don Juan Carlos en el pasaje dedicado por tercer año consecutivo a la crisis económica y la forma de superarla, abordando "las reformas necesarias" y "cumpliendo nuestros compromisos en materia presupuestaria y de déficit".Como estas luces de posición coinciden con la política que en ese terreno está llevando a cabo el Gobierno de la Nación, la secretaria de Política Internacional del PSOE, Elena Valenciano, aprovechó la oportunidad para subrayar la sintonía de la Corona con "el conjunto de reformas que estamos acometiendo para salir de la crisis con una sociedad más justa y más cohesionada". Y los enredadores de guardia aprovecharon también la ocasión para acusar al Gobierno socialista de hacer un uso partidista del mensaje navideño del Rey.

   El mensaje es un clásico en estas fechas. Como el hecho de que ciertos sectores denuncien la sintonía de la Corona con el Gobierno en este tipo de discursos institucionales o institucionalizados, por mejor decir- dirigidos a la opinión pública. No hay motivo, a mi juicio. Ya se cuida el Rey de evitar la menor deriva partidista en sus valoraciones sobre la crisis económica, el terrorismo, la presencia de tropas españolas en el extranjero, etc. Bien al contrario, hay en los discursos elaborados en Zarzuela una permanente apelación al consenso y a la necesidad de resolver los problemas "entre todos".

   Y con la sensibilidad de todos conecta al reconocer, por ejemplo, que en materia económica aún no hemos salido del túnel, aunque "disponemos de los instrumentos necesarios para lograrlo". Sobre todo, en capital humano, pero también en infraestructuras y en tejido empresarial ¿Qué dirigente político, socialista o no, le negaría el aplauso a este tipo de valoraciones destinadas, además, a combatir el desánimo y la resignación?

   En realidad el Rey se limita a cumplir la Constitución. Y en este punto conviene recordar que sus actos carecen de validez si no están refrendados por el Gobierno. Con una sola excepción, que no es el mensaje navideño sino la gestión del funcionamiento de la Casa del Rey.