El sueldo

Hay gente muy valiosa que no está dispuesta a dejar su profesión para dedicarse a la política. Igual que hay gente bastante mediocre que no tiene ninguna cualificación profesional y que busca una salida en la política. Y, si me lo permiten, tampoco falta gente que, con oficio o sin oficio, llega a la conclusión de que la política puede ser un gran negocio cuando se ejerce sin escrúpulos. No tengo información suficiente que me permita cuantificar el volumen de trabajo que soportan nuestros diputados regionales, pero les aseguro que estaría más reconocido si dedicaran todo su tiempo a solucionar los problemas que realmente preocupan a los ciudadanos, en lugar de perderlo en reformas legislativas que me parecen secundarias, por no decir prescindibles y hasta innecesarias. Partidarios del sueldo fijo – aunque no vitalicio, menos mal –, los socialistas llamaron a las puertas del Tribunal Constitucional, aunque con escasa fortuna. ¿Argumentos de sus señorías? Pues que “a este paso sólo podrán dedicarse a la política quienes tengan dinero”. Otros, para disimular, han esgrimido razones de menos calado en la opinión pública, como la de que estamos ante una actividad tan importante y tan noble que no puede caer en manos de aficionados. Mi opinión al respecto es la siguiente: si sólo se cobran dietas y nada más que dietas, bastantes aprovechados dejarán de utilizar la política como vehículo de enriquecimiento personal. No hay más que ver cómo está el mercado laboral español en estos momentos para darse cuenta de que un sueldo mensual de casi 3.000 euros, que es lo que cobraban hasta ahora, no está al alcance de muchos españoles.

Además, me parece un ejercicio saludable abandonar ciertas prebendas y ponerse en la cola del paro, ahora que comienza a generarse empleo. Creo que sería para nuestros políticos un buen aprendizaje y una estupenda manera de tomarle el pulso a las inquietudes y preocupaciones de la gente, cuya única “dieta” es aquella a la que le someten las circunstancias. Porque del sueldo mejor ni hablamos. La medida tomada por Mª Dolores de Cospedal de suprimir el sueldo a sus señorías debería crear escuela. Hay que dar ejemplo y tomar nota de los miles y miles de concejales que trabajan por su pueblo sin cobrar un euro.