El talante de los otros
06/12/2010 - 00:00
Lo ha anunciado el vicepresidente Rubalcaba: el jueves comparecerá en el Parlamento el presidente Rodríguez Zapatero para informar sobre la crisis aérea provocada por la huelga salvaje de los controladores.
En está ocasión el presidente cuenta con la opinión pública y casi con la totalidad de la opinión publicada, de manera que su comparecencia en el Parlamento no le producirá ningún quebranto.
Ahora bien, estando de acuerdo con que parar el espacio aéreo es una autentica barbaridad, absolutamente injustificable, me van a permitir ser políticamente incorrecta preguntando en voz alta por las razones, si es que las tienen, de los controladores. Y es que hasta ahora lo único que hemos escuchado de sus representantes es que "no podían más" "que estaban rotos", y frases del mismo estilo. Desde luego tienen todo el derecho a defender sus intereses como trabajadores que son, pero no de la manera en que lo han hecho, porque así han perdido la razón.
Sin duda los controladores tienen mal cartel en la opinión pública a cuenta de los sueldos que cobran. Nuestro país es así, se mira con desconfianza a quien gana dinero aunque sea trabajando. Y los controladores ganan un sueldo que para sí lo quisieran la inmensa mayoría de ciudadanos. Pero claro, hay que preguntarse si cobran un sueldo acorde con su responsabilidad. Tampoco hay que olvidar que como trabajadores tienen derechos, aunque esos derechos jamás pueden pasar por provocar un colapso aéreo provocando perdidas cuantiosas en un momento en que la crisis económica y financiera nos tiene casi en jaque.
De lo que nos cuentan parece que los controladores estaban negociando con la Administración y que no llegaban a un acuerdo y la Administración, o sea el Ministerio de Fomento decidió aprobar el pasado viernes un decreto en el que se especificaban la nueva jornada laboral de los controladores. La respuesta es la que sabemos, se marcharon de sus puestos de trabajo provocando un caos imperdonable.
Pero sería deseable que el próximo jueves el presidente del Gobierno nos explique a los ciudadanos el famoso lío que sobre las horas de trabajo se traen los controladores y el Ministerio de Fomento.¿Son suficientes las 1600 horas aprobadas o eso supone que tengan que hacer horas extraordinarias? ¿Las han agotado ya? Es decir ¿las han trabajado ya? ¿Por qué el Ministerio decidió limitar la edad de los controladores a 57 años, enviando a casa a muchos de ellos por tener esa edad y luego ha tenido que rectificar volviendo a reclamar que trabajen porque faltan controladores?. Todas estas preguntas y muchas más las tendría que despejar el presidente Zapatero. Entre otras cosas porque más allá de la gran equivocación cometida por los controladores los ciudadanos tenemos derecho a saber cuáles son las condiciones en que realmente trabajan los controladores y si nuestro espacio aéreo es seguro.
El pasado mes de febrero se liberalizó las torres de control, y se decidió que algunos aeropuertos en vez de controladores pondrían unos aparatos que se encargarían del tráfico aéreo. Y en esa carrera de privatizaciones el Gobierno también ha anunciado la privatización de parte de Barajas y del aeropuerto del Prats.¿Por qué? Yo la verdad es que no entiendo que se privatice lo que funciona y con los que el Estado gana dinero.
Claro que no soy muy optimista con que realmente cuando comparezca el presidente Zapatero el próximo jueves se llegue hasta el fondo del problema. El Gobierno está encantado de haber actuado con mano dura y así demostrar a la opinión pública que con ellos no se juega. La opinión pública está encantada de que se lleve un buen correctivo un sector de trabajadores a los que consideran privilegiados. Y los partidos de la oposición tendrán que respaldar al Gobierno si no quieren vérselas con una más que enfadada opinión pública.
Pero la cuestión de fondo es saber si nuestro país necesita más controladores, si es así porque no se han formado más controladores, si es seguro nuestro espacio aéreo, y también, cuáles son las reclamaciones de los controladores y el porqué de las mismas.
La solución el jueves.