El vaso medio lleno o medio vacío

Mientras que el año pasado se contabilizaron 10.368 infracciones penales, en el actual hubo 10.046, lo que supuso un importante descenso. Se rompe, de este modo la tendencia alcista que durante los últimos años colocaba a la provincia entre las que mayores subidas registraba. De hecho, los datos que se hacían públicos el verano pasado indicaban que la criminalidad había subido un 20% en un año, según las cifras proporcionadas por el Ministerio del Interior. Se había pasado de un total de 8.466 delitos y faltas en 2007, a 10.368 en 2008. Ahora las estadísticas apuntan lo contrario. Sin embargo, la percepción ciudadana es que Guadalajara sigue siendo igual de segura. Y es que aunque la vida ha cambiado, no lo ha hecho más aquí que cualquier otro punto de nuestro país. Al contrario. Sin embargo, todos debemos ser conscientes de que las cifras también son manipulables y que dependen de la lectura que se hagan de ellas. Ayer mismo, el delegado del Gobierno ponía el ejemplo de que si bien es cierto que una lectura somera supondría afirmar que los delitos contra la vida o la integridad de las personas aumentaron un 11,7 por ciento durante 2009, eso no ha significado que se hayan multiplicado las muertes violentas o los homicidios sino que se pasó de 9 a 12 casos, una cantidad que no parece relevante. Es como el que ve el vaso medio lleno o medio vacío, siempre hay dos perspectivas. Lo fundamental es que la sensación de seguridad se mantenga y para eso es indispensable que se cubra el 100% de las plantillas de la Policía Nacional y la Guardia Civil, algo en lo que se está trabajando intensamente, porque sólo así se podrá mejorar la prevención de los delitos.

Después de años en los que nuestra provincia encabezaba los crecimientos a nivel nacional en