El verdadero debate fiscal
18/09/2011 - 13:54
A un paso de las elecciones generales y a petición del candidato del PSOE, el Gobierno de Zapatero ha decidido recuperar el impuesto sobre el patrimonio, que afectará a unos 170.000 contribuyentes, tras haber situado el mínimo exento en 700.000 euros. Con ello, Hacienda recaudará unos 1.000 millones de euros, menos de la mitad que en 2007, último año en que se había aplicado este impuesto. Todos los Estados suben los tributos cuando tienen desajustes importantes en sus cuentas, por lo que, dada la situación de España, hay que prepararse para pagar más a Hacienda.
En ese sentido, la recuperación del llamado impuesto a los ricos puede tener un componente pedagógico o incluso electoral. Lo que no tiene es una gran trascendencia económica. Tan poca tiene que en el resto de la UE ni existe; salvo en Francia, pero con una modalidad diferente. Si se quiere avanzar en recaudación y en progresividad va a ser necesario hacer mucho más que eso, empezando por combatir el fraude en serio y por elevar la fiscalidad de las rentas de capital y quizá algunos impuestos especiales, es decir, el grupo de alcoholes, tabaco, etcétera. Y si se pretende garantizar la plena viabilidad del Estado de bienestar probablemente también habrá que actuar sobre el IVA y/o sobre el IRPF.
En buena lógica, un gobierno de izquierdas debería cargar más la mano en las rentas de capital y en el IRPF, y uno de derechas lo normal es que 'toque' más el IVA que las rentas de capital o sociedades. De esto es de lo que tendrían que estar hablando PSOE y PP, en vez de marear la perdiz, ya que en el mejor de los casos el impuesto sobre el patrimonio supondrá el 0,5% de lo que se recaude, mientras que el IRPF aportará un 40% y el IVA un 30%, dicho en números redondos. Todo suma, es verdad, pero una cosa es eso y otra distraer la atención de los votantes, sin explicarles bien las necesidades del Estado en materia de gastos y de ingresos.