En defensa del agua
01/10/2010 - 09:45
EDITORIALES
Guadalajara, y en concreto los pueblos ribereños, tienen una nueva oportunidad. La revisión del Plan de Cuenca en 2009 busca una mejora de las condiciones del río Tajo en la que se deben establecer medidas para garantizar la prioridad de la cuenca a la hora de disfrutar de los recursos.
Y es con ese objetivo con el que la Asociación de Pueblos ribereños ha entregado un informe al Ministerio de Medio Ambiente en el que se explica cómo el futuro de la zona depende del caudal embalsado en los pantanos. Un descenso de población del 2% anual, en las últimas dos décadas, y una pérdida de oportunidades de desarrollo para la comarca son los dos argumentos que esgrimen los alcaldes de la zona poniendo como culpable la incertidumbre que rodea la evolución del nivel de agua. Piden que las administraciones provincial, regional y estatal les apoyen para desarrollar iniciativas que eviten en abandono del territorio gracias a la creación de puestos de trabajo. Los sectores productivos que deben proporcionar estos empleos son los sectores ya existentes como el turístico, agrícola y forestal.
Castilla-La Mancha tiene que estar presente en el proceso de planificación hidrológica pues tenemos presencia en la mayoría de las cuencas de los ríos que atraviesan nuestro país. De las nueve demarcaciones hidrográficas de España, siete están afectadas por la región, lo que, además, refuerza la idea del Gobierno regional de que la revisión del Plan de Cuenca debe marcar un punto de inflexión en la política de agua del país, con una mayor presencia política de la comunidad autónoma. Pero la posición de la región en el proceso de planificación hidrológica tiene que venir determinada por la participación activa de la región en el proceso (y en eso, la Asociación de Pueblos Ribereños tiene mucho que decir) con una defensa unánime de nuestros intereses, para garantizar el desarrollo y la sostenibilidad de la comunidad.
Castilla-La Mancha tiene que estar presente en el proceso de planificación hidrológica pues tenemos presencia en la mayoría de las cuencas de los ríos que atraviesan nuestro país. De las nueve demarcaciones hidrográficas de España, siete están afectadas por la región, lo que, además, refuerza la idea del Gobierno regional de que la revisión del Plan de Cuenca debe marcar un punto de inflexión en la política de agua del país, con una mayor presencia política de la comunidad autónoma. Pero la posición de la región en el proceso de planificación hidrológica tiene que venir determinada por la participación activa de la región en el proceso (y en eso, la Asociación de Pueblos Ribereños tiene mucho que decir) con una defensa unánime de nuestros intereses, para garantizar el desarrollo y la sostenibilidad de la comunidad.