En el lío
23/10/2015 - 23:00
Como diría Rajoy, ya estamos otra vez en lío. El próximo martes acaba la legislatura, con la disolución de las Cámaras, y comienza para el PP y para el PSOE la carrera en busca del voto perdido. A partir de ahora, podremos empezar a valorar las propuestas de los dos grandes partidos y las alternativas que plantean los emergentes Ciudadanos y Podemos , apenas esbozadas en la charla de bar que mantuvieron en Salvados Albert Rivera y Pablo Iglesias.
Pedro Sánchez se juega el seguir siendo líder de los socialistas después del 20-D. Necesita, por tanto, hacerse notar. Por eso ha sido el primero en saltar a la pista con decisiones controvertidas, como el fichaje de Irene Lozano, y anuncios tan poco originales como el de la revisión del estudio de la religión en los colegios. La Constitución contempla la libertad de elección de los padres, en función de sus convicciones, pero le da lo mismo. Alguien le ha convencido de que reivindicar un Estado laico puede darle votos de Podemos y compañía.
El secretario general del Partido Socialista, que tanto presume de currarse la calle, debería de saber que muy pocos españoles estamos preocupados por este asunto. Sin embargo, cualquier provocación es buena para alcanzar protagonismo en los medios. A quienes vivimos de cerca la complicada relación de los medios de comunicación con la clase dirigente nos parece ya casi normal que políticos que hace unos meses rechazaban ser entrevistados corran ahora como posesos en busca de un micrófono o de una cámara de televisión.
El deseo de agradar, la necesidad de prometer lo imposible, entra dentro de la estrategia para ganar al adversario, pero hay líneas rojas que nunca deben traspasarse. Por ejemplo, la inclusión en el programa de objetivos que de antemano sabes que jamás van a cumplirse. Decir una cosa y hacer la contraria me parece vergonzoso. Y en esto no hay colores políticos, aunque sí excusas de todos los colores.
Rajoy dijo una cosa en 2011 y luego hizo otra muy distinta: ha mentido. Sánchez propone regeneración democrática, con elección de candidatos en primarias, pero elije a dedo a una diputada de UPyD con el fin de luchar supuestamente contra las malas artes de los partidos: peligro.
¿Quién había dicho que Zapatero estaba contando nubes?