En Guadalajara, 'it matters'

07/03/2011 - 00:00 Daniel Martínez Batanero

No nos cabe duda alguna: en Guadalajara, la tecnología importa. Corría Mayo de 2003 cuando el gurú Nicholas G. Carr convulsionó el debate sobre el valor de tecnología, con la publicación de su controvertido artículo “IT Doesn’t Matter” (“La tecnología no importa”), en la prestigiosa edición del “Harvard Business Review”. Tras varios años de disputas y “best sellers” publicados sobre el tema, hoy existe el consenso generalizado de que avanzamos hacia un mundo que cada vez necesita y utiliza de manera más intensiva las nuevas tecnologías, y que la tan traída “brecha digital” va a tener mucho que ver, no sólo con el progreso y el desarrollo de las comunidades, sino con las oportunidades de sus habitantes en la aldea global.
   No ajenos a esta tendencia, en la ciudad de Guadalajara estamos viviendo una transformación incuestionable. Cada vez hay en nuestros hogares más equipos informáticos y dispositivos móviles de todo tipo con acceso a Internet, nuestras comunicaciones son de mayor calidad y velocidad, y nuestra población de internautas es una de las más activas de Castilla la Mancha, con una notable presencia en las Redes Sociales y fenómenos emergentes como la aparición de algunas iniciativas innovadoras relacionadas con la Web 2.0, como TwittGuada, mientras se produce la edificante consolidación de las Guadalajara Digital Party.
   El Ayuntamiento de Guadalajara a veces con más ilusión que medios, y utilizando financiación de todas las clases y colores, se ha lanzado sin complejos a la aventura digital, con iniciativas como la modernización de las aplicaciones municipales e infraestructuras de servidores y almacenamiento, la retransmisión de plenos por IPTV, los quioscos electrónicos, la plataforma de avisos SMS, el nuevo Portal Web Municipal (que ha recibido todo tipo de reconocimientos a nivel autonómico y nacional), la carpeta ciudadana (a la que estamos añadiendo el registro electrónico y más trámites), nuestra Wiki (la Localpedia EnWada), el anillo de fibra óptica entre edificios municipales, la intranet municipal, el nuevo centro de proceso de datos y el centro de respaldo, las zonas wifi ya establecidas y las que estamos desplegando, que estarán plenamente operativas esta primavera…
   No obstante, aunque estamos muy bien posicionados dentro nuestra Comunidad Autónoma, creemos que, en la senda del impulso de la sociedad de la información en nuestra ciudad, queda todavía camino por recorrer. En la implantación de medidas que fomenten la creación de empleo tecnológico de alto valor añadido, también. Los parques tecnológicos no son una condición suficiente para atraer negocios intensivos en tecnología y conocimiento; es necesario, además, desde las administraciones, y con la complicidad del resto de agentes sociales, generar más factores de localización diferenciadores, que hagan realmente atractiva y singular la ubicación de negocios TIC con suficiente masa crítica, para generar un círculo virtuoso de presencia de tecnólogos y profesionales de la economía digital que, a la postre, se retroalimente, atrayendo a su vez nuevas empresas y talento innovador. He tenido los últimos años la ocasión de visitar numerosos Centros de “Outsourcing” Informático y Factorías de Software, todas ellas con varios centenares de puestos de trabajo, en distintas provincias de España (Salamanca, Málaga, Murcia, Cáceres, Asturias, Zaragoza, …).
   Deberíamos preguntarnos porqué hay tan pocas en Castilla la Mancha y, además, no son de gran tamaño. En Guadalajara, ninguna. Cada mañana temprano, de marcha hacia mi trabajo, en el atasco, junto a tantos otros informáticos de Guadalajara (muchos de ellos amigos o conocidos) que, de lunes a viernes, realizamos nuestro particular peregrinaje laboral hacia Madrid, Tres Cantos, Alcobendas…(irónico contraste, nuestro reverso matutino del “Guadalajara A2 pasos”), me invade a menudo la ambición de intentar contribuir hoy todo lo posible para que mis dos hijos, si deciden dedicarse a las profesiones tecnológicas del futuro (que, francamente, no soy capaz de imaginar), no tengan que realizar mis dos horas diarias de excursión obligada. .