En la duda, la lista más votada

10/06/2011 - 00:00 Fermín Bocos

 
   Por una cabeza gana el caballo y por su mala cabeza pierden algunos alcaldes la posibilidad de repetir mandato. Mala cabeza que equivale a decir mala gestión. Aunque en las recientes elecciones municipales y autonómicas a muchos candidatos socialistas los electores les han dado la patada que tenían reservada para Zapatero, otros sí son responsables de su derrota. Derrota a la que en algunos territorios (Andalucía y Extremadura) ha contribuido Izquierda Unida. La misma coalición a la que ahora el PSOE acude buscando pactos con los que compensar su precariedad.

   En ese trance se dejan ya oír voces acusando de "traición" a los dirigentes de IU que por no querer votar a los candidatos socialistas pueden a facilitar la elección de alcaldes del PP. No parece justo. Izquierda Unida que desde hace algunos años había entrado en un proceso de anemia política ha recuperado pulso y votos y en algunas ciudades tiene en sus manos la llave de la alcaldía o en el caso de Extremadura, la de la presidencia de la Junta. Esa circunstancia es la que, tiene a algunos dirigentes socialistas al borde de un ataque de nervios. Por eso, a más de uno se le ha desatado la lengua y habla de traiciones. Y, sin embargo, tiene lógica que IU recele de los pactos con el PSOE. Cada vez que han ido del brazo con los socialistas se la han pegado.

   En tiempos de Almunia, con Paco Frutos al frente, el batacazo electoral fue de aúpa. Sin mucha exageración, casi se podría decir que aún lo están pagando aunque, para no dejarnos nada en el tintero, habría que añadir que el núcleo duro de la coalición es el Partido Comunista y este es un grupo que en España y en el resto de Europa, tras la caída del Muro y la desaparición del bloque soviético, está sumido en un proceso de devaluación con elevado riesgo de desaparición o, en última instancia, de condena a la irrelevancia. Quizá por eso, desde IU han potenciado la pesca en otros caladeros ideológicos como puede ser el ecologismo y otras señas de los movimientos verdes.

   Volviendo a España y al mapa que han dejado las elecciones del 22 de Mayo, IU que a lo largo de la campaña atacó tanto al PP como al PSOE -y eso es lo que valoraron sus votantes- si no quiere caer en contradicción flagrante apoyando a los candidatos a alcalde del PSOE (o Fernández Vara en Extremadura), debería optar por votar a los suyos y dejar que gobierne el primero de la lista más votada. Sea quien sea y del partido que sea. Si no lo hace así perderá credibilidad y votantes en la próxima elecciones, porque sus seguidores no entenderían que después de todo lo que han dicho de los dirigentes del PSOE, al final, acaben dándoles su voto para que sigan en una poltrona que en algunos casos llevan calentando desde hace más de veinte años.

  
  
  

  

  

 

  


  

  

  

  

  

 

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