Eppur si Mouve
A Barreda no le ha quedado otra que la de Galileo Galilei ante el tribunal de la Santa Inquisición. Abjurar de lo dicho, que la Tierra giraba alrededor del sol, aceptar lo contrario porque así lo exigían el dogma y la curia y, casi sin que se le oyera, tras retractarse para librarse de la hoguera, musitar en voz baja "Eppur si muove" (Y sin embargo se mueve). Y ya lo creo que se movía, pero cualquiera era el guapo que osaba afirmar lo que fue poco después una verdad incuestionable. Como lo es ahora señalar que el PSOE, a la vista de las sucesivas y unánimes encuestas, se encamina a la peor debacle electoral de su historia, que la marca Zapatero está cada vez más desprestigiada y que ponérsela supone acabar como la Trini. Y que no se me enfade la Aido porque el diminutivo castizo se lo puso ella solita. Y lo de señorita yo no lo he dicho, que lo ha dicho Guerra. Lo que dijo Barreda, además, es lo que saben todos. Todos los que quieren saberlo y hasta los que no quieren, los famosos de la "piña", que lo saben mejor que ninguno pero se resisten como posesos a reconocerlo, por lo que les va en ello. O sea, que son parte, purpurados y obispillos, o presuntos pontífices de la demoscopia, como Blanco, que se quedan en listillos y aún se quedarán en menos y hasta en tontos en cuanto la perdida del poder avente el homo de los incensarios. Barreda no ha expresado sino una obviedad, proclamada al unísono por los sondeos y la opinión publica, y señalado la posibilidad de una catástrofe electoral que deje al PSOE a la intemperie, sin un feudo en el que refugiarse y desarbolado para lustros. Algo que temen, que vislumbran, que se cuchichean en voz baja y a lo que cada vez más añaden que Zapatero es en algo responsable, que su deriva no es precisamente la debida y que su agenda ya no sólo es coincidente sino contradictora con los intereses del partido y del conjunto de la izquierda en España. O sea, que ZP puede ir agarrándose a los clavos ardiendo, hoy por las cataluñas y mañana por los peneuves, aguantando el diluvio por ver si milagrosamente escampa antes de que su tiempo, el 2012, expire y se presente de salvador pilotando el Arca. Puede que esa sea la ruta Zapatero, pero es que antes y por él se van a ahogar todos los "remeros". Que primero en Cataluña y luego en las municipales y autonómicas de los rebaños, de los castillos, de las mesnadas puede no quedar ni una oveja, ni una almena ni un escudero vivo. Barreda lo ha dicho porque ve como su fortín corre cada vez mayor peligro y ausculta que de seguir por Moncloa en ese rumbo directo hacia el abismo del Kraken electoral, al primero que se come el calamar es a él mismo. La reacción ha sido la sabida y que debía, conociendo a los suyos, haber previsto. Ha reculado. Y quizás el error, el verdadero error, lo ha cometido haciéndolo. O se debía haber callado la verdad como hacen todos o ya que la dijo, haberla mantenido. Porque ZP no es que se mueva, es que se hunde. Y los que más dicen que es mentira es porque son los que primero, como el extremeño Vara, aspiran a quedarse con el barco. O con el naufragio.