Es la economía, estúpido

23/10/2011 - 14:04 Fermín Bocos

 
En términos electorales, la suerte parece que está echada. Todos los sondeos rinden conclusiones con el mismo o parecido resultado: el Partido Popular será el vencedor de las próximas elecciones. A juzgar por los dos últimos que hemos conocido, ni el llamado "efecto Rubalcaba", ni la puesta en escena del último comunicado de la ETA anunciando la "hibernación" de la banda, han modificado la tendencia.

  Quiere, pues, decirse, que en el ánimo de la mayoría de los ciudadanos que ya han decidido el sentido de su voto, lo que más pesa es el repudio a Zapatero y a su desafortunada gestión de la crisis económica. Rubalcaba paga esa factura porque, pese a sus notables habilidades dialécticas, no puede escamotear que formó parte del Gobierno que deja como herencia más de un 20 por ciento de paro y un déficit por encima del 6 por ciento que es el tope exigido por Bruselas.

  El juicio, la sanción de los ciudadanos a la incapacidad o tardanza del Ejecutivo socialista en reconocer y encarar la crisis será lo que determine la pronosticada derrota electoral del PSOE. Nunca como en estos días previos a la campaña propiamente dicha cobra tanto sentido aquel recordatorio -"Es la economía, estúpido"- con el que Bill Clinton se flagelaba cada día antes de discursear en los mítines de una de sus giras electorales.

  Política es todo, porque todo lo engloba, pero hay momentos en la Historia de los países en los que sus habitantes perciben que son más "políticos" que otros porque lo que está en juego son modelos de sociedad o cambios de régimen -ocurrió en España durante la Transición- y, votan, por decirlo así, con más conciencia política.

  En otros, como parece que ocurrirá el 20-N, la gente, los ciudadanos, parece que votarán de manera más pragmática, muy pegada al terreno y con conciencia de quien puede gestionar mejor la salida a la crisis económica que nos atenaza. Felipe González resumió en su día lo que para él era el cambio: "Que España funcione", dijo, y ganó las elecciones. A una pregunta parecida Mariano Rajoy ha respondido diciendo que lo que "España necesita es un "chute" de confianza". Esa parece ser la traducción más cabal de lo que resumen las encuestas.