España, en la diana

  La economía española lleva dos semanas recibiendo palos sin solución de continuidad. No sólo las agencias de calificación se están cebando con las comunidades autónomas, ayuntamientos, bancos y cajas y deuda pública. También el presidente de la Comisión Europea nos ha mandado dos mensajes aterradores. Primero, Durao Barroso calificó la deuda del reino de España de tóxica. Los mercados ya le han puesto cifra. La quita sería de un 20 por ciento como mínimo.

  Después refiriéndose a la ampliación del Fondo de Rescate Europeo, que podría llegar a los dos billones de euros, mencionó a España como posible receptor de esas ayudas si fuera necesario. Algunos analistas han entendido en estas alertas de Barroso un mensaje positivo. Hay que hacer deberes y si no aquí está Europa para salvar los problemas. Y a los bancos para que provisionen al menos un 20 por ciento de la deuda pública de sus balances, también por si acaso. En todo caso, sea para bien o para mal, España está en el ojo del huracán y de qué manera. La cumbre de este fin de semana sería para que un gobierno responsable y con dos dedos de frente hiciera casus belli de estos asuntos. No hemos oído hasta el momento ni al presidente del Gobierno ni a su ministra de Economía.

  Se diría que, al igual que en estos años de crisis, o no saben qué hacer lo cual es malísimo o peor, quieren dejar a Rajoy una herencia no ya envenenada sino casi imposible de manejar. La realidad es que mientras Merkel y Sarkozy preparan la agenda de la cumbre de jefes de estado y de gobierno -España hace tiempo que no cuenta para nada- nuestros responsables ni están ni se les espera.

  No parecen preocupados por lo que puede ocurrir en nuestro país y sí por vendernos con lazo la "paz" de ETA. Hasta Felipe González hace de portavoz pidiendo diálogo con los terroristas olvidándose de que bajo su mandato se crearon los GAL. ¡Qué capacidad para olvidar tienen algunos¡ Puede que ninguno de los dos "vaticinios" del presidente de la Comisión Europea se cumplan, pero el daño que supondrá para la imagen de España, para sus arcas y para el funcionamiento de la economía que lo que necesita es liquidez, crecimiento y empleo, va a ser mayúsculo. Algún banquero importante ya ha salido a la palestra y bastante indignado. Veremos si Zapatero hace por fin algo por su país y se lo pelea o no hay que esperar nada, nada más que pase ya este cáliz hasta las elecciones y se toman y rápido las medidas necesarias para que este país empiece a funcionar .