Esperanza, Carrillo y la Corona

20/09/2012 - 00:00 Carlos Carnicero




 
  Esperanza se disolvió en el éter de su disconformidad. Lo tenía todo pero también estaba al borde del abismo: protestas generalizadas, crispación social en la Comunidad y un horizonte de recortes imposibles. Pero sobre todo, una profunda animadversión a la forma de ejercer el poder de Mariano Rajoy. El caso Bolinaga fue el detonador de una explosión silente pero con un estruendo calculado para el momento en el que Rajoy no dé más de si. No tardaremos en conocer ese escenario, cuyo primer acto serán los resultados de las elecciones vascas y gallegas. Un animal político no se va para pasar más tiempo con sus nietos. La única explicación razonable para que las razones esgrimidas por Esperanza Aguirre puedan ser consideradas sinceras sería un deterioro importante de su salud.

  No parece que ese sea el caso, y sobre todo, ojalá que no lo sea. Esperanza Aguirre ha quitado el tapón del desagüe del PP y ha tomado posiciones para el futuro. Si hay una conspiración tranquila contra Mariano Rajoy dentro de su partido, ésta ha comenzado la cuenta atrás. Carrillo, el último referente. Era sobre todo un sabio resabiado. Lo había vivido todo y quizá no estaba preparado para asistir al Apocalipsis del neoliberalismo sin alternativa en la izquierda. Se murió dormido, seguro que discutiendo en sueños consigo mismo.

  Elogios generalizados y resentimientos anclados en el pasado. Por una vez la Corona y la clase política han estado a la par a la altura de las circunstancias reconociendo a Carrillo. Era, seguramente, el último resistente de otra época que no acomodo su discurso a las exigencias del mercado. Si de tonto no tenía un pelo, de ingenuo tampoco. Conseguir morirse a los noventa y siete años con un permanente discurso coherente no debe ser fácil. Santiago lo ha conseguido. Descanse en paz y que su simiente no termine de ser arrastrada por esta riada de abdicación de compromiso electoral El Rey se tira al ruedo.

Artículo extraido del blog de Carlos Carnicero