Esta película ya la hemos visto
01/10/2010 - 09:45
La ventana
CONSUELO SÁNCHEZ,
PERIODISTA
¿Cuándo acabará esta pesadilla? Cuando acabemos con ETA. Resistir la tentación del diálogo es el camino.
Ni una sola de las reacciones que ha producido la ilegalización de ANV por el Tribunal Supremo puede calificarse de sorprendente. Tras mostrar su satisfacción por el buen funcionamiento del Estado de Derecho, el PSOE y el PP han vuelto por donde acostumbran, los populares a lamentar que la decisión llega tarde por la reticencia del gobierno a denunciar ante el Tribunal Supremo el carácter fraudulento del partido proetarra ahora ilegalizado mientras estuvo vigente el fallido Proceso de diálogo entre el gobierno y ETA, los socialistas a alardear de que impugnaron en su momento todas las listas legalmente impugnables según la doctrina del Tribunal Constitucional sobre el particular, y que nada se les puede reprochar ya que hicieron lo que en derecho procede tanto al esperar como al actuar.
La reacción del partido ilegalizado abunda en la idea de cuestionar la independencia del Supremo que tan querida resulta a los nacionalistas radicales, entre los que hay que incluir por méritos propios tanto al PNV gobernante en Euskadi como a la ERC gobernante en Catalunya, en el primer caso con el apoyo de la facción de IU que encabeza Javier Madrazo, en el segundo apoyando a los socialistas catalanes del presidente de la Generalitat José Montilla. Cada vez que una decisión de los tribunales no les gusta, la reacción de nacionalismo irredento es, por decirlo con las mismas palabras que ha utilizado el portavoz de ERC en esta ocasión, acusar a los jueces de penalizar la ideas aunque en realidad sean los comportamientos lo que penalizan. Mientras ETA exista, tengo la impresión de que es inútil esperar que cambie el guión del monotema vasco, ni que el cansancio creciente que produce la repetición hasta la náusea de la misma película con el mismo argumento, los mismos actores, y el mismo final, remita. Cuando de dentro de unos días el Supremo ilegalice al PCTV por lo mismo que ahora ha ilegalizado a ANV, como es previsible, cada actor del drama volverá a recitar su papel sin mover una coma con toda seguridad; el gobierno a adornarse, el PP a zaherirle, los nacionalistas a cuestionar el sistema. Cada cual con su alforjita electoral a cuestas como todo equipaje.
Y, así hasta el próximo pase de la película, que llegará exactamente cuando la próxima marca blanca de Batasuna sustituya a las ilegalizadas. ¿Cuándo acabará esta pesadilla? Cuando acabemos con ETA. Resistir la tentación del diálogo es el camino. La reflexión del ministro del Interior Rubalcaba es, en mi opinión, la correcta. Aunque la banda se encuentra en un proceso de discusión sobre la pertinencia de la violencia para conseguir nada, mi experiencia me dice - asegura el ministro - que hay que ser contundente. Y, alguna experiencia tiene...
La reacción del partido ilegalizado abunda en la idea de cuestionar la independencia del Supremo que tan querida resulta a los nacionalistas radicales, entre los que hay que incluir por méritos propios tanto al PNV gobernante en Euskadi como a la ERC gobernante en Catalunya, en el primer caso con el apoyo de la facción de IU que encabeza Javier Madrazo, en el segundo apoyando a los socialistas catalanes del presidente de la Generalitat José Montilla. Cada vez que una decisión de los tribunales no les gusta, la reacción de nacionalismo irredento es, por decirlo con las mismas palabras que ha utilizado el portavoz de ERC en esta ocasión, acusar a los jueces de penalizar la ideas aunque en realidad sean los comportamientos lo que penalizan. Mientras ETA exista, tengo la impresión de que es inútil esperar que cambie el guión del monotema vasco, ni que el cansancio creciente que produce la repetición hasta la náusea de la misma película con el mismo argumento, los mismos actores, y el mismo final, remita. Cuando de dentro de unos días el Supremo ilegalice al PCTV por lo mismo que ahora ha ilegalizado a ANV, como es previsible, cada actor del drama volverá a recitar su papel sin mover una coma con toda seguridad; el gobierno a adornarse, el PP a zaherirle, los nacionalistas a cuestionar el sistema. Cada cual con su alforjita electoral a cuestas como todo equipaje.
Y, así hasta el próximo pase de la película, que llegará exactamente cuando la próxima marca blanca de Batasuna sustituya a las ilegalizadas. ¿Cuándo acabará esta pesadilla? Cuando acabemos con ETA. Resistir la tentación del diálogo es el camino. La reflexión del ministro del Interior Rubalcaba es, en mi opinión, la correcta. Aunque la banda se encuentra en un proceso de discusión sobre la pertinencia de la violencia para conseguir nada, mi experiencia me dice - asegura el ministro - que hay que ser contundente. Y, alguna experiencia tiene...