Estabilidad y diálogo en Castilla-La Mancha

05/07/2019 - 20:27 Redacción

Castilla-La Mancha, ejemplo de la centralidad perdida en el resto de España, tiene grandes retos esta legislatura.

La batería de medidas a desarrollar en la legislatura recién iniciada que supondrán el crecimiento de la región por encima de la media nacional, gracias a la estabilidad y tranquilidad que otorga la mayoría absoluta y la buena acogida de la oferta de diálogo realizada por Page tanto por los agentes sociales como por los grupos políticos, cuyo concurso resulta crucial para llegar a grandes acuerdos que afiancen sólidas estructuras de futuro. Su discurso fue recibido con optimismo por los sindicatos porque el presidente se compromete a la creación de 100.000 puestos de trabajo, pero además a luchar contra la precariedad y la temporalidad en busca de empleo de calidad que garantice el futuro a los trabajadores con un plan especial para los autónomos y los mayores de 55 años, pasos que se darán igualmente de la mano de los empresarios que valoran principalmente la calma, factor clave para la confianza de los inversores y el desarrollo de  proyectos. También desde la principal organización agraria se recibe con satisfacción las intenciones de García Page que apuesta por el sector agroalimentario, la lucha contra el cambio climático, la defensa del agua o la nueva ley de la viña y el vino. Asaja también resalta la mano tendida que igualmente, con los recelos propios de su espacio como oposición, aceptan las otras dos formaciones parlamentarias, de las que debemos esperar sentido de Estado para sumar sinergias y alcanzar logros buenos para todos. En el debate plantearon propuestas e hicieron peticiones muy concretas asegurando los dos partidos que estarán vigilantes al cumplimiento de lo prometido, como es su obligación. Castilla-La Mancha, ejemplo de una centralidad perdida en el resto de España, tiene ante sí esta legislatura el reto de crecer,  combatir la despoblación, aumentar el suelo industrial para generar riqueza y construir una región más firme a través de la aprobación de un nuevo Estatuto de Autonomía, que blinde derechos sociales, incluya una reforma electoral justa y una mejor financiación autonómica y aquí es donde resulta imprescindible la unidad política. Éstos son los objetivos más ambiciosos de un programa de casi mil medidas que repercutirá en beneficio de los ciudadanos. Reforzado, seguro, optimista, decidido, se vio al presidente que este sábado celebrará su toma de posesión. Su espectacular resultado electoral y la gestión de los últimos cuatro años  le otorgan la confianza para liderar los desafíos del  mañana.