Estado de Derecho

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Editorial
La Audiencia Provincial ha revocado la decisión del Juzgado de Sigüenza que había resuelto procesar a determinados técnicos y políticos con motivo del incendio de los pinares del Ducado, ratificando por otro lado, el procesamiento de los excursionistas que prendieron el fuego en la barbacoa y que originó el desgraciado fallecimiento de once de los miembros del Retén de Cogolludo.
Esta decisión judicial es recurrible ante el Tribunal Supremo por lo que, al día de hoy, los únicos que tendrán que sentarse en el banquillo serán quienes prendieron el fuego y no tomaron supuestamente las medidas para evitar que el mismo se propagara.
La decisión llega a la conclusión de que ni los técnicos ni los políticos procesados tuvieron ninguna intervención en el origen del incendio ni tampoco estuvo en sus manos reducir los efectos, dada la velocidad e intensidad de propagación. Esta resolución supone un alivio para aquellos que, durante cinco años, han tenido que sufrir el estar sometidos al procesamiento por el incendio y por el fallecimiento de los componentes del Retén de Cogolludo. A nadie escapa que la decisión de la Audiencia, referenciada en personas que nunca han tenido problema alguno con la Justicia, viene a restañar el daño que el proceso les ha causado.
Desgraciadamente, a las víctimas y a sus familias, no hay quien les devuelva lo que han perdido. Quizás el debate político ha soslayado algo que no debemos olvidar: el hecho de que los miembros del retén de Cogolludo dieron su vida por los demás. Sea cual fuere el resultado del proceso, estamos en deuda con ellos y con sus familias, que son las que siguen sufriendo la ausencia por la muerte trágica de un ser querido. Gracias a Pedro Almansilla Fuero, Sergio Casado Iritia, Alberto Cemillán Jadraque, Jesús Ángel Juberías Navarro, Manuel Manteca Hernández, Marcos Martínez García, Jorge César Martínez Villaverde, Julio Ramos Ballano, José Ródenas Parra, Luis Solano Montesinos, Mercedes Vives Parra, al lesionado Jesús Abad, y a sus familias.