Estado de locos

03/07/2012 - 00:00 Santiago López Castillo




   Este -salvo honrosas excepciones- no es un Estado de Derecho. Es un estado de locos. No hay más que ver las actuaciones del Tribunal Constitucional. Los etarras -sea cual fuere su denominación, los eufemismos se dan como hongos- son legalizados por esa recua de paniaguados que obedecen órdenes políticas (qué bien lo dejó atado y bien atado el inefable ZP). El terror, ahí está, a las claras, se ha introducido en el entramado “jurídico” sacando más provecho que las pistolas: instituciones, pasta gansa, control de la ciudadanía, excarcelaciones, extorsiones, y cuando queramos os volamos la tapa de los sesos. Producen asco, en verdad, estos tipejos del TC. Después de lo de Bildu, etc., lo de Sortu es más de lo mismo, en expresión repetitiva y hortera. El favorecido, politizado y esperpéntico Tribunal Constitucional (el PP se hace el sueco para no renovar a determinados miembros de la institución, que no son ni jueces ni magistrados, más bien, mamporreros), el TC, trataba de decir, es de un comportamiento vergonzoso.

  Enmienda la plana al Supremo, que es la instancia determinante en lo civil y penal, y luego va el Constitucional y lo jode, cuando su misión es velar por la conculcación de los derechos y garantías ciudadanas. Las pruebas de la Guardia Civil y de la policía son irrefutables. Bien. Si, al aprobarse la Carta Magna, se puso de manifiesto la dualidad y enfrentamiento de ambas instituciones, hoy, más que ayer, se impone la desaparición del TC, politicastros de medio pelo. Mas, lamentablemente, nada va a pasar. Todo seguirá igual, para peor. Con el PP mirando al tendido. Se está siguiendo la hoja de ruta que, en fino, describen los politicastros que tenemos. ¿Y a qué carta quedarnos? Al as de oros. O sea, a la que toque. Que no es el rey que estaba en Mallorca cuando no derribando trompas por África.

  Los terroristas, al amparo de Zapatero (¿qué se hizo del 11-M? ¿Y del bar “Faisán”, señor Gil Lázaro, ayer azote de herejes y hoy silente en su poltrona de una vicepresidencia del Congreso? ). Váyanse a tomar por donde amargan los pepinos y se pudren los melones. Un país como el nuestro, la nación más histórica de Europa, no merece este trato. Pronto -y si no, al tiempo- veremos a toda esta banda de asesinos mamándose de chiquitos por las herriko-tabernas, mientras las víctimas del terrorismo engullen sus lágrimas amargas, pócimas envenenadas. PD.- ¿A qué viene esta campaña publicitaria, propiciada, al parecer, por el Ministerio del Interior en que los familiares de los asesinados van a visitar a los criminales? Por si perdonan u olvidan… Ya. .