Estafa piramidal en las pensiones
01/10/2010 - 09:45
Por:
Cartas al director
Mª DE LOS LLANOS ALFARO MORENO / Albacete
No nos debe extrañar, que según el CIS ( Centro de Investigaciones Sociológicas), los políticos son la 3ª preocupación de los españoles -después del paro y las hipotecas-, puesto que un día nos dicen una cosa y al siguiente la contraria. Así le ha ocurrido al ministro de Trabajo Celestino Corbacho, quien hace tan solo unos días nos dejaba caer que las pensiones de jubilación estaban garantizadas y, pasados un par de días nos aconsejaba hacernos un Plan de Pensiones privado.
Declaraciones que nos han sobresaltado a quienes no disponemos de medios suficientes para contratar uno de esos planes. Sin embargo, la inmensa mayoría de nuestros políticos sí que tienen contratado su plan de pensiones con alguna de las entidades bancarias, puesto que disfrutan de sustanciosos sueldos mensuales y abundantes privilegios .
No hay que ir a estudiar a Salamanca para comprender, que sí después de cotizar durante un buen número de años a la Seguridad Social no podemos cobrar una pensión digna, solo nos queda airear a los cuatro vientos, que hemos sido estafados por el Estado a través del Sistema Piramidal que rige nuestras pensiones, es decir, las pensiones de los jubilados dependen del número de trabajadores cotizantes, y como se sabe, los sistemas piramidales no funcionan, incluso algunos de ellos están calificados de ilegales.
Últimamente nos están advirtiendo del peligro que corren nuestras pensiones, y todo por ser un sistema piramidal.
Para colmar la preocupación, ayer y anteayer, el Gobierno nos habló de Planes de Pensiones Privados, tutelados por el Estado.
Se vislumbra un gran interés en que las pensiones sean privadas, igual que el P.P. trata de llevarnos a la Sanidad Privada.
Pareciera, que tanto unos como otros, quisieran segar de raíz dos pilares de la vida ciudadana como son las pensiones y la sanidad y, olvidan que los trabajadores estamos obligados a cotizar a la Seguridad Social. Esto no hay ciudadano que lo entienda.
Sí realmente queremos reformar y dar seguridad a nuestro sistema de pensiones, es necesario que le demos carácter estatal. El Estado debe responder de nuestras pensiones, las cuales y por lógica, deberán depender del número de años, de la cuantía cotizada, y de la riqueza del Estado.
Los planes de pensiones del Estado deben ser copia de los planes de pensiones que ofrecen las entidades bancarias, los cuales no dependen del número de clientes que tenga el banco, y por tanto, nuestra pensión tampoco debe depender del número de cotizantes existente; el Estado siempre podrá responder mejor que cualquier banco, sí le falta dinero, puede recurrir a la reducción de gastos o a la subida de impuestos.
No hay que ir a estudiar a Salamanca para comprender, que sí después de cotizar durante un buen número de años a la Seguridad Social no podemos cobrar una pensión digna, solo nos queda airear a los cuatro vientos, que hemos sido estafados por el Estado a través del Sistema Piramidal que rige nuestras pensiones, es decir, las pensiones de los jubilados dependen del número de trabajadores cotizantes, y como se sabe, los sistemas piramidales no funcionan, incluso algunos de ellos están calificados de ilegales.
Últimamente nos están advirtiendo del peligro que corren nuestras pensiones, y todo por ser un sistema piramidal.
Para colmar la preocupación, ayer y anteayer, el Gobierno nos habló de Planes de Pensiones Privados, tutelados por el Estado.
Se vislumbra un gran interés en que las pensiones sean privadas, igual que el P.P. trata de llevarnos a la Sanidad Privada.
Pareciera, que tanto unos como otros, quisieran segar de raíz dos pilares de la vida ciudadana como son las pensiones y la sanidad y, olvidan que los trabajadores estamos obligados a cotizar a la Seguridad Social. Esto no hay ciudadano que lo entienda.
Sí realmente queremos reformar y dar seguridad a nuestro sistema de pensiones, es necesario que le demos carácter estatal. El Estado debe responder de nuestras pensiones, las cuales y por lógica, deberán depender del número de años, de la cuantía cotizada, y de la riqueza del Estado.
Los planes de pensiones del Estado deben ser copia de los planes de pensiones que ofrecen las entidades bancarias, los cuales no dependen del número de clientes que tenga el banco, y por tanto, nuestra pensión tampoco debe depender del número de cotizantes existente; el Estado siempre podrá responder mejor que cualquier banco, sí le falta dinero, puede recurrir a la reducción de gastos o a la subida de impuestos.